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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Hace dos semanas.-


Sin acusar al destino, bebimos como si fuese el último día.

Ron, con sus añejos ojos, sabor de caña, la sangre de la vida, de la conciencia y del pecado sin penitencia.

Nuestra moral, que no esta basada en prohibiciones se había inhibido de lo usual, la labor del aire de verano, con sus alas rotas por el tiempo y por sus derrotas, esa noche nos regaló sólo victorias. Seguro alguno habrá pensado: Como se arrepentirán de viajar con el baile de los ritmos oscuros y de las miradas rectas! Nuestras bocas entrelazadas.

Tenía que pasar, ni vos, yo, ni los comensales disfrazados de personas se habían imaginado, que la perversidad del azar irreverente nos había seducido en lo inexplicable. Ron de guitarras sanadoras, tus labios de gitana, tu cuerpo azabache y tus perlas que me miran.

¿Cómo podría imaginar? Si esto es más que cualquier sueño.

Esas palabras al oído, cual ritmo “rai” perverso que desvanecían nuestros pudores, hace dos semanas, dos semanas de la guerra y la vida de los encantos que nacen con sólo pronunciar tu nombre, mirar tu sombra, sacarnos las ropas.

Hace dos semanas.




http://www.youtube.com/watch?v=QEo5De-osEE&feature=endscreen

viernes, 21 de diciembre de 2012

Little Wing.-


....

Bueno, ella está caminando por la nubes
Con un circo, de gira por su mente
Mariposas y cebras
Y rayos de luna y cuentos de hadas
Eso es todo lo que le preocupa
Cabalgar sobre el viento.

Cuando estoy triste, ella viene a mí
Con mil sonrisas, que me regala
Todo va bien, dice que todo va bien
Toma lo que quieras de mí,
cualquier cosa.

Volar sobre pequeña ala


Jimi Hendrix.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

una sola palabra cambiaría todo.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Fábula de Paradojas citadinas



El comienzo de las cosas

De pronto todo se volvía agua, agua de noche, vestida y agitada, muy sacudida, que cambiaba lujos en sus dibujos, dibujos que bailaban ilógicamente, todo era agua, aún así, era hermoso, hasta el canto de las gotas híbridas resonaban y se mecían al caer al mar de las lágrimas infinitas de los hombres, hombres que se arrepentían ante la diafanidad de sus efímeros errores... Luego llegó el fuego sin oscuridad, tan insatisfecho de palabras, todo se desnudaba, se degradaban las historias, no era el paraíso. Lo apagó el viento, aunque primero estuvo feliz jugando con la luz y el calor, y no se quemaba. Con el viento sumen las llamas y el agua que rondaba por los ojos del espacio, universo, infinito...el viento trajo la calma, la calma, mansa y terca que trajo al hombre. El momento era de nadie, la noche cedía, los enigmas emergían al obscurecer, los hombres temerosos se ocultaban en sus ojos, las sombras de sus sombras golpeaban al destino que rondaba, si se alejaba, no iba lejos, el hombre tuvo miedo, tuvo estupor, se unió a los otros para combatir el miedo y al conquistarlo combatió con el mismo para que todo algún día vuelva a ser fuego, agua y viento.


El Rincón de los olvidados

El salón del piano, lúgubre por el paso añejo de los años, el aroma a vanidad reinaba cerca del violín mutilado, y el requien de los instrumentos abandonados volvía a empezar, el oboe soberbio por el poco brillo que ostentaba, junto al violoncelo sin cuerdas que pulsar, el salón sin luz, solo fragmentos de música y arte suspendidos en los vacíos del aire...y cuando por fin se oye un zumbido diferente, todos los instrumentos simulan estar dormidos, era una flauta que gritaba su ultima nota mayor, antes de unirse al olvido en la nota menor disminuida.


Nacimiento

El primer bebe de la primera pareja en el mundo ha nacido, comentaba el viento con las praderas, el agua interrumpiendo alegó: que felices seremos...pero el sol, el rey de todos los rincones, dueño y señor de los espacios, y poseedor de la más antigua sabiduría contesto en voz muy baja: Que poco tiempo les queda, la pradera, el viento y el agua, lo miraron y siguieron conversando sobre el tan feliz nacimiento.


El temor del miedo

Miedo a que. Por que el miedo?
Miedo de perder, miedo de girar en círculos interminables
Miedo de pensar, cuando cae la unión del desuso con la ignorancia.

Si embargo, en el aire esta la pregunta y en tu mente la respuesta,
Si todos pusiéramos ese mínimo fragmento de niño, de poeta, de locura,

¿Como?

¿Sería el mundo entonces un mínimo de un sueño, si ya no lo es?

¿...?

Quizás el miedo tendría miedo de serlo.

1,2,3…



El hombre sin inspiración.

La imaginación en un hombre consta de dos pasos:

El acto y la potencia. Ahora bien, que es la potencia sin el acto, es también imaginación, y la potencia indica de alguna manera materia, que si bien proviene de la esfera de los mundos tuyos (esto es mi imaginación que la cambio por materia) como no transformarla en realidad. Ahora pensemos… luego escribamos, pero con los ojos cerrados... y que suspiremos al viento y giremos en un propio eje incluso sin movernos... y conviértete, vos, en la nubes de tormenta arrasadas por remolinos, abre los ojos, como el capullo hace a la flor, y extiende tus brazos al vació, siente el fresco del suelo en tus pies desnudos...vuelve a escribir, tus ojos cerrados ya están abiertos.

Partes

Todo es en parte, parte del todo, cada milésima parte es tiempo en el espacio, tiempo, que verdaderamente se hace tarde, tarde para parar, y darnos cuenta, en que parte del todo estamos.

¿?

Si la afirmación en el amor pesa, te destruye, que es la afirmación entonces?
El dolor del amor afirmado, puede ser herencia de la satisfacción de la primera sonrisa robada. La verdad, en la afirmación, es parte de un dolor inequívoco...que podría destruir a la satisfacción de esa sonrisa ¿la verdad de la afirmación?, o ¿la afirmación de la verdad?. ¿A que venimos? ¿A que jugamos en la parodia de los amores?...¿a la verdad?, no todo es tan real, e incluso la nada podría llenar ciertos vacíos. La verdad.


La practicidad del presente olvidado

Me han gustado tantas lecturas, tantos libros, tantas frases, y no las recuerdo.
Me he enamorado de tantas cosas, que no las recuerdo.
Así, he pasado mi vida, y no la recuerdo. ¿Importa el legado que te dejan en las retinas y la materia en la biografía de nuestros días sin memoria?, he pensado y dudado tantas veces, que ya ni recuerdo cual fue mi primera ni la última respuesta ni la duda.


Cotidianidad


La velada entre el hombre de exaltadas pretensiones y la dama abrumada de contornos ha terminado. Han dejado a los oídos de las rosas de su mesa marchitas. Luego se suicidaron. El jarrón que las albergaba espantado por lo ocurrido se deslizo hasta caer al suelo dividiéndose en ínfimos cristales...
La dama abrumada de contornos habló:

- Compremos otro y tiremos esas rosas tristes al basurero.



...pasa el mundo

Como pasan las aves, emigran hacia el calor, huyen del frío, como pasan los minutos, que huyen de nosotros, emigrando a su ayer en la selva del pasado.
Cómo pasarán mis hijos al alcanzar estos minutos? Y los hijos de mis hijos ¿tendrán los minutos para pensar en las aves que emigran o en sus hijos?
¿Y en fin los minutos tendrán minutos...?

¿Podrán huir?


El nombre de la noche

Vuelves, el sol es la lágrima de un día nuevo, y no encuentras el sentido de la tristeza, en un momento, solo la nada.
Cada hombre se pierde en sus palabras, y no hay un todo, que si lo hay, es de nadie.
A gritos la noche, que quiere ser día, y vuelves a ser el mismo.
Tan rápida y solemne como se esfuman la noche y las estrellas y la ¿vida?


Ángeles


Se ha perdido el valor de mirar a los ojos y de sonreír, he perdido el valor de confiar en la gente.
Se ha perdido la gracia de la ternura de los amores, hemos perdido el valor de la verdad.
Y se me han manifestado tantos ángeles de alas diáfanas, y entre sus melodías suaves me han dado el valor de soñar y estos mismos ángeles antes de cada partida se despiden cerrando tiernamente sus ojos, yo los he imitado y he empezado a llorar.



Noches

Eran las diez de la noche de un verano de folklore en sus cantos. Se escuchaban los autos, las sirenas y sus alaridos, olía el aroma a dióxido de carbono litigante, alguna muerte por ahí, algún mendigo quizás..., entonces miré al cielo sin estrellas, mientras escuchaba el llanto de la tierra, buscaba el consuelo en las siluetas de la luna, que noche hermosa suspire y una lágrima se convirtió en estrella.


El cielo

Tantas cosas hemos pensado en los sinfines de las noches melancólicas... respondían al cielo los letárgicos suspiros de las enamoradas musas del pasado. Tan pocas de ellas se han siquiera asomado a la realidad –continuaban- y el cielo, susurró tan dulcemente que la llovizna de ese momento se convirtió en destellos de las flores que vendrían en la primavera: lo que falta en el tiempo, el tiempo lo traerá...los suspiros fascinados suspiraron en el anonimato de la oscuridad de la noche de septiembre y sus pequeñas lágrimas encimadas se confundieron, se perdieron.
Y el cielo que empezaba a colorear al día, se enamoró de la esperanza.


Mi estrella

En el suspiro, en el silencio, en la verdad, o en la sinceridad y misericordia de sus ojos veo a los míos que se reflejan tan cálidamente que el verano me envidia, que hermosos ojos decía el viento al mover sus cabellos, yo no lo entendía pero comprendía el mensaje. Y su boca, ruborizada y húmeda, que locura, que hermosura como decían las olas antes de ser espumas en las arenas...y que fresca piel, temblaban los témpanos de hielo de las montañas...y ella se convirtió en estrella. Hasta donde el hombre es hombre, Hasta donde es piedad...
La gloria, es la gloria, Y el amor ¿equidad?

EL hombre se pregunta

Hasta donde las aves de los cielos son libres
¿Seré libre yo?.El comienzo, ¿es realmente el comienzo?, todas estas preguntas, ¿tienen la misma connotación?, que es lo bello del mar: el reflejo de las estrellas inmóviles, ¿el color inmaculado de las almas de las olas?, o su bravura?, que es lo que buscamos al despertarnos, al dar un paso más, será el sentido de nuestras vidas simplemente vivir, subsistir, mejorar, superar, eliminar, aumentar...en el fin, que es lo que el sol con sus rayos y su cantos nos trae, ¿o nos espera? Quisiera ser la brisa que desliza y acaricia los contornos de tu vida. Mi vida.

El amor

La humedad de los labios carnosos y desnudos, delatan el milagro del incandescente sentimiento, de agua pura, que contagia a las miradas, lívido de los sueños salados, de besos, caricias, universos del mejor combate: el de la seducción. Escapamos del mundo futuro, nos extraviamos en las hojas que chocan mientras van cayendo al suelo, y cuando llegan a él nos lleva la corriente de las lluvias al mar de nuestros deseos, y en un abrazo en la balsa del otoño, hagamos la mejor de las primaveras...


La duda

¿Se doblegan las palabras de los hombres? ¿de los que tienen alas?, el amor, es hasta cuando ¿amor?, el fin, ¿es el fin?, de que sirven en las ideas de los enamorados ¿invisibles la tierra y la naturaleza?, si luego mueren por nosotros mismos, si antes ya nosotros no nos matamos. Si toda la duda, no existiese, ¿existiríamos?
¿Por que el hombre, cree que es el ser inteligente? ¿Donde esta el camino de la redención de nuestras ideas?, ¿de los contrastes?, ¿es la escritura el fruto de nuestra lucha?
¿Todo tiene precio?...
Adonde fueron las heroínas y las voces angelicales de la ilusión ¿y la compasión?

La vida

La misión de unos payasos fue morir de risa, sonrojado contaba el comediante sin trabajo.
-quisiera amar a la vida como amo a la sonrisa de esos payasos que ya han muerto -prosiguió luego de un largo silencio de reflexión.

La Llave

Sin llaves que de esta parte a la que hoy llegamos sin sentir lo que verdaderamente pasamos, la llave que abre la mente, que abre un “tal vez”. Que linda sería la susceptibilidad, susceptibilidad de lo hecho por uno mismo sin temor a la no realización de la persona, y de alguna forma, el descanso de las mentiras bailan en el interior de cada uno, el tiempo arrasa y nos alcanza y no existe la piedad en el. El amor que hace llorar, rápido como el nadar de los peces traslucidos...las llaves de la verdad, la llave que solo abre lo que uno desea, lo que el hechizo de la adrenalina permite, lo que en el fondo es miedo o podría ser la curiosidad de la suavidad de la conquista, ese momento único del haberlo hecho. Hazlo!

Las Abejas

Seis encantos tendría la miel del Jazmín para las abejas, suavidad, aroma, figura, amor, sencillez, misterio...para mí la suma de los seis encantos, y tus labios, tus caderas, tu color, tus manos, tus cabellos y tus pupilas... hacen el polen de tu alma.

Me están empezando a crecer las alas y a seducir tus fragancias.


Miradas

En el purgatorio se encuentra el padre con el hijo que nunca había visto, cuando lo mira, sin conocerlo, y avalado por una mirada seria y misteriosa, el padre lo ignora, y al sentir que una mirada lo cercaba, el hijo de su sangre voltea la cabeza, luego de dos instantes cada uno vuelve la mirada simulando no haberse percatado de la similitud del sentimiento, pero el orgullo los había consumido, uno habría ido al cielo y a volver a empezar un ciclo, el otro quedo en el intermedio por siempre, las lágrimas en ambos rostros se hicieron interminables. Una solo mirada faltaba para la redención eterna y unión de las almas encontradas...
Alguna vez todos hemos esquivamos miradas.

Las Voces

Que falsos podrían llegar a ser nuestros actos, que mentira podríamos creer que no fuese la nuestra, y aunque afirmemos que el mundo sea injusto, que pena produce caer, y no seguir. Un hombre susurro su último pedido a los otros hombres que a él rodeaban antes de morir: seguid a la voz de su interior, ella os llevará a mi... luego de varios días uno de esos hombres se empecinó en escuchar la referida voz, al no escucharla se río y pensó: Que vos más que la que yo deseé...otro hombre en el mismo intento, sintió una voz, un poco triste, un poco apagada pero bien elocuente y le dijo: “Hijo mío soy el padre de los hombres, soy el interior de las almas, habito en ti y en todos los hombres, no soy Dios, ni te pido que en eso te apoyes pues el Dios de los hombres es un invento de hombres que se creen Dios, el Dios, no es Dios sino es lucha por la igualdad de todos, por el amor a todos, yo soy uno más, soy inmaterial, no soy bello, pero para ti las cosas bellas las he creado...” el hombre al abrir sus ojos que los tenía cerrados, sintió el viento, miró el sol, sonrío y volvió a cerrar los ojos diciendo el mismo que hermosa es la voz de las cosas y de las almas, felices los que realmente la escuchan.




El señor del gesto

El niño sin padre, se sienta en la esquina descansando del arduo día de trabajo, cuando por esa misma esquina pasa un hombre vestido de mozo, y al ver al niño decide compartir la propina que había recibido. La mujer del hombre que al llegar a casa luego de ser seducida por interminables tristezas callejeras, cotidianas y que todos los días hacemos que no las vemos, y al ver a su esposo preparando la cena le pregunta: ¿Cuanto has ganado hoy?, y el responde: Un poco menos de ayer, pero le regalé la mitad a un niño hijo de la calle, la señora, sonríe, junta las sábanas para ver donde poder dormir por el calor de enero, y le responde al marido: Todavía creo.


Reflexión

Claridad del cielo, me enamoro de los sonidos del silencio que se ciernen en mi, copulan con sus pares de las aguas y de la tierra, así abro mis ojos que se caen en un abismo de círculos de uniones vacías y coloridas, el silencio y la claridad que con los ojos cerrados la siento se entierran y hechan raíces tan profundas como la vista aguda de las aves de los riscos, el amor al cielo y los sonidos del silencio se pierda en la realidad. Que será del tiempo, de los días venideros, de la decadencia y ¿la relatividad del futuro? Me siento en los umbrales de mi vida tibia, refleja el sol en el fin sin frenos, ¡que actitud más negativa! Me contesto, cierro los ojos antes de llorar.



Ángel-fuego

Viva y desde el aire, suspendida, la luna, antes de marcharse (se tiene que ir), hablaba con el ángel de fuego sobre el paso interrumpido del “tiempo”, este al escuchar su nombre, responde a los dos gigantes ojos de la tierra, Uds. que todo lo ven no se dan cuentan que yo solo existo para aquellos que me temen. Soy un ave con vuelo errante y sin fronteras, no tengo noche ni días y soy el suspiro del destino, vago inmerso en un verso de soledad que se oculta en los ocasos y tras el brillo de los diamantes, aunque puedo ser el arma más perfecta y mortal de los que me invitan a dirigirles el camino del resto de los días....

Tu destino

¿Por que correr estando atado a un destino...? ¿Por que entonces no morir por saber que ya estamos vencidos?, y si las aves que parten y recorren las praderas y los momentos, nos buscan, nos encuentran y al despertar y al escuchar su canto queremos volar y correr a la libertad ¿de no esperar?, ¿y si en el encanto de un piano esta el amor a la palabra que sin mirar descifra el enigma de la soledad y la monotonía de los instantes que agobian con la longevidad de su crueldad que la aceptamos y la cargamos todos los días?
Despierta y oye el canto, siente la palabra, libera a tu alma prisionera.


Sunt Lacrimae Rerum

El jardín de los mares, visto por los Ángeles, sonido de la nada, la nada que asombra, la nada que a todos llega, nefasta o pura, inútil en su cenit sin sueño.
Cuanto tiempo tienen los tiempos felices, su fugacidad es admirable, su ligereza es casualmente inconstante, y luego fue, como todo lo que queda en el pasado. El comienzo de todo mal, desesperación personificada en la crueldad de la inexpresión del alma, que se deja vencer. Somos una parte del mundo, somos lo que el tiempo nos va haciendo, en parte el destino incierto es cierto, no perecedero...el edén, los mares, infinidades de lágrimas enigmáticas, sollozos irreverentes, angustiados y sofocadas por la falta de aire en sus momentos, “todas las cosas vendrán con el tiempo, dios proveerá”...acecha el agua la rabia de tus dientes, se acerca luego el trascendental momento de la depresión, que lo bueno no perdura, la felicidad es un axioma en gran parte, cuan penoso es el camino, adonde nos lleva?. ¿A donde nos llevará?

Cerca del cielo

Una de las siete maravillas de la humanidad antes de morir exclamo: si muero quisiera morir al alba para que los reflejos del sol iluminen la hermosura de mis rocas ordenadas cóncavamente, mi esbelta belleza sublime, entre otras vanidades, las aves que sobrevolaban el lugar no entendían que esa hora iba siendo la última de la nunca encontrada maravilla, los hombres, pocos y últimos testigos de la belleza hecha por él mismo no pudieron con el estupor de los truenos y sus hermanos que llegaron con el viento y las olas del mar, al desaparecer esos altos pilares que quisieron llegar al cielo, salió el sol enfurecido, protector delos misterios, entonces uno de esos hombres concibió la grandeza, y se apartó de la codicia para siempre.

El retrato de las canciones caídas al olvido

Podría ignorar la tristeza, las cosas que se han hundido en el pasado, la coartada del amor de febrero, el polvo de los días de veredas, he sido, fui algo bien escondido...amores perversos de versos y guitarras. En un día volverán los días.
El cielo saturado de sueños, pasiones de los pueblos obsesionados...y sus canciones de bocanadas maltrechos que se elevan en una mezcla de colores grises degradados casados y divorciados mil veces con las púas que deja la soledad en sus lágrimas...un niño atado a sus pechos, ese soy yo.

Los recuerdos

Pedazos de lluvia en la cuidad de dos calles y dos recuerdos, calles diferentes, una amiga de los limoneros, la otra hermana de azahares, no se interceptan, ni en sus viejas heridas, ni en los baúles de antaño de las casas de sus habitantes laterales que todavía tienen muchas pretextos por decir. Dos recuerdos, separados por barrotes del tiempo, se cansan de miradas de reojo, de los mismos aromas que despiertan a las imprecisas palabras de ilustración, de los líos mas hermosos revolcados al llegar el amanecer...flores, lagos, sorbos de esencias sutiles y humo ...Hoy los recuerdos solo caminan por sus calles y por sus celdas y como el otoño los persuade al dejar caer sus hojas con el frío, sus ojos siguen muy austeros y se van olvidando eternamente.

Coplas a la mujer del primer canto

Mujer que no adivinas, ya lo sabes, mujer que sufres tu fragilidad por el abandono de lo irremediable, historias de gestos de mi memoria, tiempo de amores de cuna, ¿donde estará tu canto exiliado por el transcurso del tiempo?.
Vivimos lo que tu canto perdura.
Todo estará por verse, imagínate ¡esta ves vos!
Hallaras muchos cantos más, y reencuentro infinito. “Así decían tus estrellas”.


Paradojas

Llora la paradoja en la esquina bajo un balcón de helechos extravagantes
Helechos consentidos de la esquina por los ojos pardos y sus verdes cabellos, preguntaban a la paradoja cual sería el consuelo que lo ayude.
La paradoja como de costumbre, tendría al menos dos consejos, uno simple, y el otro tan igual que harían honor a su nombre y costumbre, sin embargo tenía solo uno, y le pidió amor, nada más que amor susurraba entre los espacios de aire...El helecho del balcón sucumbió al pedido, se convirtió en mariposa y fue a volar con las libélulas para tratar de olvidar... la paradoja de la paradoja.

Tan solo

Solo me encuentro, ni tan austral ni tan septentrional.
Solo en pequeños instantes insensatos de esta noche. Miro las estrellas que adornan el cielo, traen recuerdos de algo mas suave que las lejanas obscuras profundidades de un mar de sombras sin ningún tipo de futuros...cada vez, solo, habrá algo que pueda hacer y que no me atrapen las tinieblas en el intento, así cuando el alba decore nuestra suerte, las heridas sanen más rápido y que la duda de la felicidad efímera sea más foránea en esos días.
La noche sin verdad en un sueño termina, en cantos y sonrisas que se disipan, la frescura de los paisajes van desvaneciéndose en la bruma. Como me gustaría quedar, ser parte del sueño de la vida, y en las mañanas correr descalzo sobre las tapias, y que el fuego sea magia y las lluvias bendiciones, no habrá llanto ni nada será rutina...no despertar tan solo ni austral ni septentrional, esconderme entre las hojas de la naturaleza y que los rayos de cotidianeidad no afecten al amor de las miradas ansiosas, que el universo inconmensurable nos invite a viajar por todos sus dilemas, que la gloria sea anhelo y el fracaso una leyenda.

JC.








miércoles, 31 de octubre de 2012

Ser uno II


Tomas!!

Gritaba alguien que no conocía, y que seguro no me conoce.- Incluso pude pensar que era el pasado que sollozaba mi nombre, en un grito que venía a buscarme.

Llegó desde lejos, corriendo y me dijo lo que yo había pensado mientras estuve contigo, terminando de hablar cuando no nos conocimos:

- "Me dejaron de interesar las banalidades, supongo que por ser banalidades justamente...Se algo de yerbas para tereré, algo leí sobre infusiones que pueden ayudar a encontrar caminos o desvíos en la corta vida, puedo discutir sobre algún libro y sobre compositores de música del siglo pasado; y, todas las tecnologías nuevas no las entiendo, es más, soy un anti tecnología nueva.

Sentimentalmente soy en parte inconstante y descubro las sutilezas rápidamente.-
La verdad que no sé arrepentirme de hacer lo que hago o hice, o de no hacer algo que hoy llamo – hacer lo que hago.-"

Dejé de pensar en esa conversación, no pude saber si fue el pasado, algo me decía que era el futuro. Nunca lo sabré. Era una mujer.

Interior oficina:

(Suena el interno: Tomas es para vos! decía la voz que comunicaba el interno... y una persona contesta)

Persona: Que tal, soy yo. En que puedo serle útil.-

Tomas: -Sí, es ud? yo lo llamé?

Persona: Soy Ud.

Fin.-

Ser uno.-

jueves, 25 de octubre de 2012

desapareciendo



Descalzo en el pasto frío del suelo de guaraníes pasados, miraba al tiempo, al cielo, al Sol solo que iba desapareciendo.

Algo que dejó de ser quedará cómo una sinfonía en dirección contraria al tiempo, la sonrisa que se estampa en esa historia de ojos dilatados, vivirán ahí, porque no ha empezado ni terminado.

La incertidumbre es la amnesia del sonido, del sonido de este tiempo en el suelo frío, con los pies descalzos de no ir codo a codo, al otro lado.

La vida que es por poco un suspiro, y no tiene compasión con la duda y ella la desacomoda. Es cómo las olas que nos pueden llevar, a veces golpear, otras hundir…

En el suelo de Guarania, solo, descalzo, escucho el sonido que va pasando de unos acordes con eco, profundos, mayores y menores, con armonía y cadencia de secuencia imborrable.

Brillemos. Como suspiros de sonidos sin recuerdos, con un beso de Acerola, bailando con canciones, de guitarras y pianos eternos.

Que la vida nos suspire.




http://www.youtube.com/watch?v=BufbPOG6DzE&feature=autoplay&list=FLW7jJIb_WOiffFddfATa_Mw&playnext=2

viernes, 19 de octubre de 2012

Los que se habían perdido






Los que se habían perdido.

En 1869, Asunción estaba sumisa al desgaste, por el paso de la guerra grande. Si bien el azahar seguía siendo enigmático en esas tierras criollas de tierra colorada, desde el Ministerio de guerra se presagiaba la ocupación, el fin, la mordaza a un pueblo casi ausente y la muerte de una patria, de un mariscal austero y de ciudadanos enamorados del dolor.

Asunción, de ancianos, niños y minusválidos, se dispersaba, sin ninguna distensión en la búsqueda de alimentos, ropas y en la secreta elaboración de escapes a los brasileros invasores, que venían con sus bayonetas sedientas y sus bolsillos vacíos. Eran tiempos duros, tristes y sin canciones que no evoquen, en cierta manera, onomatopéyicas situaciones y lágrimas que hasta a los seres más profundos, resolvían la quietud y presagiaban la tormenta en el aire espeso, tácito, lúgubre.

Arístides, conocido como “Ari” era un antiguo miembro del ejército, que de los disparos de los cañones en las primeras campañas ofensivas al norte, de su caballo cayó, y mediante el estallido de la pólvora cristalizada, perdió la vista, quedando sus ojos morochos en escala de grises matizados.

Arístides, antes de la guerra era profesor, gustaba la literatura y era uno de los preferidos pianistas de las tardes de domingo en el puerto de Asunción. Dicen los cronistas, que Arístides, que si bien perdió los ojos, jamás perdió su sonrisa y su facilidad con los versos. Flaco, alto, muy delgado, conspicuo y seductor, según las propias crónicas citadas, “Ari” natal de Misiones, había acudido al llamado de su patria de muy joven, en los primerizos años de la independencia Patria. Su habilidad con el caballo, montado, sin espuelas ni lazos, sin guacha ni riendas, era asombrosa, tanto, como su facilidad con los tonos y semitonos de las polcas de la época dorada y algún destello de música clásica de periodos pasados. Se decía en esos días que el mismo Gaspar Rodríguez con sus últimos suspiros de vida, había solicitado la presencia del entonces adolescente Arístides, para deleitarlo con el conocimiento innato de las variaciones melódicas, y que sus interpretaciones fueron pagadas con enseñanzas y la apertura, libre, en la época del dictador, de los libros guardados y prohibidos, en el Paraguay indemne e independiente.

La lectura, los caballos y el piano, no había mucho más que hacer en esos años. Traducciones de Dickens, Shakespeare o aquellos de la generación del 37, iluminaron al joven en los años del romanticismo. Conoció en pocas clases a Chopin y dicen llegó a leer el principio de las obras de Wilde, libros recitados por vendedores europeos de fragancias, bebidas, elixires y pócimas médicas y armas. Antes de estallar la guerra y ser miembro del ejército y caballería paraguaya, con los bravos hombres, que acompañaron a López a cruzar el Río, y atacar el Norte y morir por la patria, Arístides, como cualquiera tenía sus sueños, sus pecados.

Al quedar des-afectado del frente, por orden de sus superiores, intentó seguir peleando, con estériles intenciones de cabalgar, de ser útil. Volvió a Asunción y había quedado olvidado, sin piano, sin poder leer, ya no montaba, y vivía de dadivas de las varias viudas que lo visitaban, en los corredores de la planta baja, del edificio que hoy se encuentra en las intersecciones de Palma y Garibaldi. Jovial, locuaz, melancólico y triste a la vez, y de espontaneidad tan profunda, fue el paño de lágrimas de mujeres, consuelo de abandonas enamoradas terrenales, que hablaban, lo abrazaban, y el, respetuoso, al terminar la disertación de la desesperada, recitaba versos hermosos, o silbaba melodías del renacimiento europeo, sin error y con la armonía de un pianista experto.

“El Arte es este mundo” era como su propio axioma.

Las mujeres, que con su intuición inexpresable, sabían que había un dolor mayor y no era sólo haber dejado de ver, y que los versos, prosas y ensayos orales no proveían satisfacción y que la amabilidad de un ser descendía de un corazón lastimado.

En la guerra y en el desamor el cuchicheo de los sobrevivientes es más cruel y real que los avisos oficiales del gobierno. Una ciudad a capela, un mundo de calles solitarias, vuelo de aves, vientos y lluvias pasajeras. La nada, que se adueña de lo que no tiene dueño.

Los anti francistas, en años anteriores, según los rumores oficiales, de los que no fueron fusilados, exiliados o amordazados, decían que se habían construidos una serie, de túneles y pasadizos conspiratorios, dignos de pocos conocedores y viajeros íntimos de éstos pasajes. Al caer la noche, muchas personas que no enterraban sus preciados bienes materiales, veían como mujeres y algún sobreviviente más, se agrupaba a escuchar a Arístides, silbar sonatas, conciertos para pianos y polcas. Algunos, siguiendo los rumores, decían que era conocedor de los secretos laberintos enterrados, de los comienzos y finales de éstos.

El ejército invasor puso sus armas y bombas desde la desembocadura del Manduvirá, llegando río abajo a la península que albergó alguna vez a Salazar y Espinoza. Caín, Abel, David, Goliat, no hay historias en esta historia que se asemejen, ni llantos por llorar que descarguen la tristeza. El pavor, el más profundo miedo, el reflejo de las almas en los remansos del río Paraguay. La muerte ya no tenía misterios.
Unos días antes, Arístides, en medio de gritos y los temblores propios de los cañonazos intentó defender sus recuerdos, disparar sin balas, dijo, y desapareció en miles enigmas y misterios, silbando canciones con alguna compañera, con algún soldado más y hasta, se cree, más personas. Después de muchos años, los siguieron buscando, a ellos, los que se habían perdido.

En las adyacentes de Palma y Garibaldi, por muchos años, se escucharon voces, risas y llantos, y los silbidos intermitentes arrullaron a muchos desesperados, a los desaparecidos y a los sobrevivientes.





martes, 16 de octubre de 2012

Espíritus libres

- ¿Como se puede escribir un…..?
Dijo mientras se callaba el sonido…

Dios creó la tierra, pero la tierra no tenía sostén y así bajo la tierra creó un ángel. Pero el ángel no tenía sostén y así bajo los pies del ángel creó un peñasco hecho de rubí. Pero el peñasco no tenía sostén y así bajo el peñasco creó un toro con cuatro mil ojos, orejas, narices, bocas, lenguas y pies. Pero el toro no tenía sostén y así bajo el toro creó un pez llamado Babamut, y bajo el pez puso agua, y bajo el agua puso oscuridad, y la ciencia humana no ve más allá de ese punto.*


La noche te llevaba a mí, y yo lentamente era parte de la noche tuya. El agua que se espesa con el frío y cambia de ficción, de realidad, yo amigos, era agua. No hay mucho que discutir, su magia era indescifrable, al verla, todo es como un recuerdo hermoso, que nuestras mentes, adornan, enriquecen, destacan lo bello y singular de cuestiones imaginarias que pasan, que pasaron. Saber que el misterio es un arte, es comprender que la alquimia existe.

Es distinto tener fe, a comprender, eso no es puro, ni ilusorio, es corriente, pero no hermoso, algo así cómo el olvido, o el ejercicio de la monotonía.

Rodamos por los bares, por libros y por los dibujos que han inspirado canciones, habíamos experimentado el encuentro en desencuentros y de ese tipo de encuentros uno no se percata fácilmente. Hay personas que duran una vida sin darse cuenta.

Recuerdo palabras de un amigo, en estos días que pasaron… y amigos no son muchos…

-¿Es producto de la imaginación de C.S. Lewis, o de alguno de estos que Dios imaginó y ellos escribieron en prosas su imaginación?
-Es una pregunta – respondí
-Si.. pero no estoy seguro si Dios existe.
-Existe.
-Entonces es un producto de la imaginación
-De Dios? – contesté.


Era de noche, y no sabíamos bien qué hablamos ni que temas tocamos, seguramente… sobre mundos imaginarios, de la última película que me había hecho llorar, porque sólo lloro cuando veo películas solo…
Mi amigo, que me conocía cual hermano, se levantó riendo, y se volvió a unas mujeres sentadas en la barra de ese bar taciturno, se apartó, dejó un vaso lleno de cerveza fría – que yo no la desperdicié…- y él lentamente me fue cambiando por la naturaleza suicida y seductora que tienen las mujeres en los bares lúgubres que se sientan frente a la barra, infinita compañera de somnolientos... y yo tratando de resolverte, en mi mente, para morir en paz al menos esa noche.



Al volver, el frío de la noche, en alguna alcoba de Asunción, donde estaba volviendo a ser yo mismo. Me habían sometido a los encantos de las noches de Asunción con el frío tan esquivo, estaba ya sólo, manejando un auto vacío, tarareando una canción instrumental, dejaba ceder dos o tres lágrimas con la aurora la noche que ya se iba...

La ciencia no puede llegar a lo profundo y oscuro de tus mares, sólo nos queda el misterio de los espíritus libres.

Dios creó la tierra, pero la tierra no tenía sostén,
entonces… creó un Ángel.



* Manual de zoología fantástica - Jorge Luis Borges.

jueves, 11 de octubre de 2012

Estrella (que debería tener nombre)




En el paraje, en la corriente,
- en la guitarra y el contrabajo-
ni los santos, ni con sus devotos caminantes,
ni los somnolientos que se divierten con los caprichos de los vagos, comprenden, que con tu boca, que no la tengo y que la imaginamos, los que gritamos callados, durmiendo con mis besos, en tus encantos.

Que la fe, del querer y la ilusión,
aprietan como cincha al caballo en galope y la crin dominando los vientos,
cual profeta de tus cabellos, nostálgicos de manos, lazos y sexo.

Silencios que comprenden, que las reinas criollas de estos pagos, que nos han embrujado en las paganas páginas de la luna, sus faces y abismos, antes de conocerte, antes de mirar la nada que deja tu estela,
antes de tu aroma, de tus misterios que dejan su sombra... sin darte cuenta.-


Catalina Gadea

si mi canto no perturba... a tu alma adormecida...

Estamos hablando de 1927...28, años lejanos, tardíos, lentos y seguramente hermosos.

Ha pasado el tiempo, cómo siempre, el nos ha dejado recuerdos y semblanzas, y lo más lindo... canciones.

El guaraní como espada en la batalla literal, como estampa, como flor, como canción y como páramo en prosa y poesía. No es fácil entender, nunca fue fácil entender en su más amplia impresión, comprenderse a uno ya es difícil, imaginar el comprender el resto, imposible.

Emiliano, creo que entendió, diríamos hoy de manera vulgar, coloquial, le "cazó la onda". No solo como juglar, no sólo como guitarrero, como arriero, como soldado, y poeta, por que ser una de esas cosas ya es complicada, el fue todas.

Creo que su dialéctica, su dicción, su locuaz verso combinado con la pronunciación, idioma y sentimiento nos hacen bajar a los más antiguo de cada uno, a lo primero, a lo sencillo, a lo primordial, a lo escaso que satisface.

No sé como antes, pero sí, antes era el periodo que se inventó eso de que todo tiempo pasado fue mejor. Fue por ese antes, ese tiempo, que ya pasó.

Había escuchado a Emiliano, de muy chico, con mucho calor un día caluroso, que no vale la redundancia, por que en lugares como esos, la redundancia es placer.

Sabía de sus andanzas y de sus letras, fui adentrándome en cuestiones fundamentalistas hasta extremas de la polca de Emiliano, con el paso del tiempo, la tecnología, las despedidas y por estar lejos de acá.

Teníamos, en esa casa de la infancia precoz, unos discos de vinilo, ese sonido particular, con guitarras y acordeones... encantó a mi memoria, mi viejo, que era joven, me decía.. Escucha.. siete notas musicales sonaba en un idioma inteligiblemente lindo, que sin querer, hacía, sin darme cuenta, un fan en el pasado, del sonido del folk de los ´30´s

"Sol de mi cielo, luz de mi vida, lejana amada

Eyu yeýna eyu yevýnte ani amano

ven que te aguardo en esta choza tan desolada

añesu jhäpe che ánga che pópe rojha'arö.
"

El chaco, su principal inspiración lo delataba, su amor, compartido, como buen trovador, su voz, aguda, serena, firme y profunda.

Pasaron los días, años y no volví a escuchar de él, Si bien, su obra, presente en cualquier paraguayo, que se considere uno, me había dejado, en suspenso, en un espacio temporal no muy racional. Hay un tiempo que sólo el tiempo ubica en el entendimiento.

Uno empieza a entender, a comprender, a mirar atrás y escuchar el paso de sus propios pasos ya pisados, el rubor en la piel, y sus cicatrices, marcas y proverbios, los encuentros no encontrados, los mensajes del destino y las casualidades que ilusionan el corazón deshabitado, el intentar conciliar la belleza, la inteligencia, la inusual manera de mirar, de hablar, de solamente saludar, de solamente hablar por mecanismos no sonoros... Emiliano en esta época ya no sé que versos escribiría.


Hoy, que ya esta por ser pasado, que ya no asumo muy bien si existe una verdad sola, una noche hermosa, ni un atardecer. Sólo se que existes y eso me basta, se que tu existencia será malvada, se que no sé que hacer con los datos de las casualidades, ni con mis ansias, ni con tus miles de enigmas, tu sencillez, mucho menos con tu belleza, tu cadencia, tu mirada... Como Emiliano cantó, en los años antiguos, yo escribo esto, que de escuchar una polca, mirar el río invencible, ...pienso en los días de Emiliano R Fernández, en su guitarra, en Catalina Gadea "Che la reina" - Una mujer convertida en versos, sublimes, cantados, hasta hoy, como yo, a vos, te escribo, y estos versos, que se van algún río, con sus remansos, con sus canciones, con el día, con la noche y sus estrellas egoístas, que nublan los desenlaces, que roban nuestros suspiros...


"Ajumíko ipahaite Che la Reina nerendápe..."



http://www.youtube.com/watch?v=N2Hcg1fgxdk&feature=related

viernes, 5 de octubre de 2012

abismo

La ambigüedad de la tragedia es una sola, que parece no ser ambigua, por decantación misma. No pretendo, ni estoy queriendo fundar una teoría, simplemente saludo a lo inevitable de manera sincera, sin buscar un concepto, ni proponer una solución. Para muchos, estaríamos siendo un mecanismo sofista o catarsis pura de un error del destino que no se podrá enmendar, quizás.

Solo ser feliz o infeliz es imposible, solo ser solo si uno no desespera sí lo es.-
Poder entender el cambio, incluso en la frustración/alegría que todo eso de cambiar, girar, ganar o perder significa, es lo mismo, exactamente lo mismo. Podría estar ud completamente en contra y fundar su aseveración de manera cruel, inclusive sosteniendo que no acompaña lo que este párrafo intenta sostener, el cambio, es igual – Ud me dirá: como es igual ser feliz o frustrarse? – Insisto – el cambio de estado, el giro del destino, en esencia es lo mismo.

Nacer y morir, el éxtasis del comienzo y del final de toda canción, el día o la noche… son uno solo, uno solo es, si no desespera. La desesperación, el fulgor, sí podrían entenderse como un estado nuevo en la materia sentimental del cambio, sería como el estado “plasma” de todo ser. Lo particular y de tener cuidado: el estado de ánimo es inmaterial , irreal.

Escribíamos estas líneas mientras, imaginariamente, en un encuentro no real se tomaron copas que nunca existieron y fulguraron miradas y roces que no nacieron.

Parecería una alucinación, o cuento de hadas, con destellos lunares en un lago perfecto. No lo es. Las palabras se componen como las siete notas musicales en un pentagrama. Los pensamientos la ejecutan en una hoja, en el papel se planta la obra.

El devenir, el hijo mismo del destino, irreal también, forma parte de esta conspiración que se llama Tiempo. El tiempo, señores, va pasando, y es el mismo.

Vuelvo a mi mismo, o intento conciliar lo que codificamos todos los días con la monotonía, lo que para muchos es la rutina, la vida, para mí es parte de la cotidiana lucha de lo real contra lo irreal.

Todos somos un solo ser único, no hay ambigüedades y si existen, es sólo una, una sola, en tu solo ser, que no cambia, a veces tiene su día y a veces su noche, que se encuentran en un solo abismo, infinito que sos vos.

jueves, 27 de septiembre de 2012

setiembre


Era setiembre y estaba perdido, o estábamos para ser más preciso.

El disco grabado de Chucho Valdez sonaba más fuerte, y no pensaba en levantarme de la cama para otra cosa que no sea ir lentamente a la oficina, cumplir mi rol diario y volver al mismo lugar sin más misterios ni trámites que escuchar un disco, mientras leía hasta quedar dormido, el mundo, orbe o conjunción universal más esperada.

Hay una ambigua zona mental y (mágica) en la que sin pensar mucho, la solución es dormir, dormir es abstraerse y soñar dormido es mejor que despierto, sólo que hay veces, que dormir es lo difícil, más en situaciones como estas, en que la noche parece que suspira y la vida es un raro fin, que sus medios y métodos son indescifrables.

Te había conocido hace tiempo, y no dudé nunca que ese día fue uno de esos que el destino hace que cambiemos de páginas, esas páginas blancas que vienen en tomos, y que se van repitiendo sin nudos, ni desenlaces. No es que no crea en la teoría del destino, quizás ya ni creía en teorías, en el regreso, en los que dejan todo por los lazos, en lo que no se disparan la realidad.

Solo conjeturar con encontrar a alguien en un mundo con pocos encuentros interesantes es asfixia pura si uno piensa, nosotros ya no pensábamos en eso, ni creíamos en los fantasmas, no oíamos las peleas, no bajamos los brazos.

Uds. quizás no deberían pensar tanto.

El destino esa noche había tomado una botella de brandy y se olvidó de proporcionar detalles importantes, o por lo menos, no los recuerdo, algún ritmo, nada más. Esa noche fue como una nube, hermosa, figurada, que la lleva el viento.

Cuando creía que la misión era navegar como pescador en río manso, mis días se habían vuelto un sistema de navegación poco sofisticada con cadencias incluso, pero con buena música, no miraba atrás, no volvía ni volvería a nada.

El tiempo es tan ciego, tan oculto, que cuando aparece sorprende siempre. Nuestro no es el tiempo.

La suerte es como el tiempo y como los policías, todos allegados íntimos al karma.

Me había asustado de mi mismo, de la soledad y sus placeres, que son fantásticos y confusos a cualquier descifrador de teoremas.

No somos seres muy inteligentes, es más, somos bastantes sencillos y hasta predecibles, solo que la simpleza extrema es tan sutil que se vuelve a los ojos, un oculto y complejo conjunto de contradicciones. Yo no había sabido que el valor del encuentro es el “por qué” más válido de todo este camino. No lo sabía, hoy lo sé.

Nunca podremos entendernos, eso sí, lo podríamos haberlo hecho, pudimos encontrar un punto medio de sólo haber podido hablar entre líneas al menos, con algún gesto, más allá de esa mirada, ese cruce de palabras inocentes y dos o más sonrisas a la distancia.

Hoy, antes de dormir, o de volver a escuchar un disco e intentar leer para que mi sueño sea considerado con mi cuerpo, intenté unas palabras, pero ya sabemos... cómo es el tiempo, y como es la suerte.-

martes, 4 de septiembre de 2012


El cielo esta de estrellas
Diamantes en celo descuidadas
Miramos a la luna, sin embargo ella no nos mira

El cielo esta entregado, a ser el sueño de los creyentes
Todo lo mira, pero nadie en verdad lo siente

Somos el agua que no bebemos
Dejemos de seguirnos, sólo porque hay corriente

Miremos adentro, parte de lo que existe ya no existe
y en mi frontera hay, un sentimiento que no se extingue
...como hago para poder vencerte.

miércoles, 29 de agosto de 2012

#



Era la noche que se iba, el amor al hacer el amor, silencio gemido en un grito mudo de tu boca, seda de lava que arde, seda de tu lengua en la mía, suavidad viciosa de tus pechos frescos.

Te miro dormir desnuda, desnuda con las estrellas en tu piel.
Un mundo dentro de tu momento.

Beso tu piel caliente y suspira tu vientre comprensión,
los hijos de la tierra como yo, que escuchan en tu voz los sonidos de un encantador mar en la seducción de tu sexo casi virgen.

Vos,
mujer heredera de los dioses puros, belleza en la inmaculada desnudez.
Tus caderas, tus hombros y las cavidades fuera de todo contexto y pudor.

Aveces creo que eras para siempre, y me quedo con tu olor al aire libre, que empañan los vidrios de esta habitación, a mis pupilas, las tuyas, y a toda mi piel.

Veo tu alma, te miro desnuda.

miércoles, 1 de agosto de 2012

luz.


Aunque las estrellas no brillan, reflejan luz
y son parte de todos los deseos nocturnos.

Decimos muchas cosas con el silencio de las promesas que nos hacemos a nosotros mismos, la naturaleza de ese silencio es cómo el reflejo de la luz en las estrellas.

El callar puede no tener sonido, pero refleja la mejor melodía.
Dejar de ver, no significa que no miremos.

Me decías riendo que somos estando juntos.
Nos reímos tanto, que reír hoy es un recuerdo instantáneo.

Cuando escuchamos que nos llaman, cuando vemos rostros en rostros de otros.

La luna, llena, vacía y fría ... es hermosa, y sólo refleja luz.



domingo, 22 de julio de 2012




La soledad es una mujer hermosa, sus curvas bailan guaranias
Y candombes. Sueñan nuestros sueños sus curvas, su mirada es fría
Vacía la ansiedad, y respiras el verano joven al besarla
El dolor se escurre cuando uno está listo para que vaya, no somos consientes
De lo oscuro que somos.

Ojala las vueltas en tu cama vayan con el tono azul de mundo
Que nuestras almohadas acomoden los días, y que la luz del sol del alba
Sea una señal al destino distinto al día que nos dijeron que no hay destinos distintos.

Que todo este por sonar, y que nuestros cantos den alegría al rumor del río
Que vivan los días de la improvisación y que la determinación sea música.

Era lindo mirarnos, y al final todo será pasado.
No fuimos los de siempre, y siempre sospechamos serlo.

El milagro en una frase que no termina

domingo, 15 de julio de 2012

martes, 10 de julio de 2012

Alana y el reino animal.

...Gracias muchachos, pero ya no puedo con uds cómo antes. (se dirigía a sus gatos)... ok, gracias muchachas, no me mires así vos!

Me llenan de pelos las alfombras, el departamento, y ahora empiezan a fugarse por los balcones y los vecinos.. claro, ellos que no hacen nada, y escuchan sus músicas románticas y comen perdices, se atreven a decirme cosas en bajo volumen. Uds creen que yo no escucho el silencio!!! miren!!! cuando les hablo carajo! hasta el concerje me consuela ahora y me pregunta por uds, manga de serviles!

El reino animal: ...

Alana: Es imposible creer lo que me hacen, no puedo entender, les doy, casa, cama, baños, comidaaaa, les doy comida!... la puta madre que no se que les pasa! escúchenme!! puta, puta, puta... y vos, mírenle a esta, pancha, gorda e inútil... sos joven! salí, parate, desesperate por cosas, busca novio, trabajo, se alguien, la puta madreee, te quedas y dormis, ni jugas, cantas cada tanto tus maullidos, quien sos!? por favor!!! quién sos?!... Lennon, pelotuda, camina... acá no es paz y amor... y uds dos, se lamen y posan cómo si fuese que alguien, algún pelotudo vendrá y tocará el timbre.. señora, quiero sacar fotos para mi revista a sus dos gatos hermosos... son gays? no?... que se creen, putos! o asexuados, dejen de posar! salten, bailen, busquen novia! que se yo...! pero hagan algo con sus vidas!!!

No puedo hacer todo yo sola. NO PUEDO! métanse eso en sus cerebros gatunos.
...........
Alana, se siente, "play" a su reproductor de radio y suenan canciones que nadie las canta. En su interior quiere paz, para ella y para el reino.

Alana: Bueno, que más quieren de mí???. Sobre todo uds dos chicos: Mauri y Paula, viven en la cocina, no salen de ahí, todos los días llego, y tengo que limpiar, barrer y repasar, que desodorante de ambientes, que purificador, aguas lavandinas... la concha que no pueden hacer algo!!!. El balcón es hermoso, grande y con plantas, pero no, uds creen en los príncipes azules... y saben que?, les cuento un secreto: LOS PRINCIPES AZULES SON TROLOS, no quieren a personas del otro sexo! menos a mí, que les tengo que presentar a uds, y ahí si, viene alguno que se apiada de mis pelos y ahí no paran, NO PARAN la gran puta! se vuelven locos y locas carajo! Eduardo, el último martir como le bautizamos, tiene rinitis el muy hijo de su madre y no puede entrar, claro, dejó de venir, ahora entra a otra cama!

les odio...

37 minutos después:

Alana: llorando: discúlpenme, pero de verdad pido disculpas, se que tengo que barrer, repasar y hacerles pasear... darle comida y una vida digna.

El reino animal: ...

Alana: ...

El reino animal: ...

Alana:
no voy a llorar más por mandarlos a todos a donde tienen que ir, que creen? que soy yo sola? que tengo 30 años y soy loca por que tengo 7 gatos. NO. NO. los locos son uds gatos ridículos que tiene que estar fundiendo mi compañía.

0.35 segundos después:


Alana: Disculpen (abraza a algunos de los gatos)(les pone en un sofá) vamos a ver la tele, después hacemos algo, o hagan lo que quieran, ni importa.
Aveces pienso que estoy loca.

El reino animal: ...



domingo, 1 de julio de 2012

Catalina y Juan

.................................................................................... Juan: Juno era la película que te gustaba, no?
Catalina: No, pero también me gusta.
J: Te gusta tanto estar callada, y no decirme nada que tu silencio, es como esa música "dream a little dream"... que no se quién canta, pero siempre que escucho me hace acordar de esta sensación.
C: a mi me pasa eso, con algo muy raro, que incluso me hace mal, pero me trae lindos recuerdos...
J: Cómo una sensación masoquista pero... confortable..?
C: Sí, en teoría, creo, que los masoquistas se.. "confortan" si así se dice.. con el masoquismo, y si.. es algo así..
J: Puedo saber con que es?
C: Con el olor a espiral... me hace mal pero me trae buenos recuerdos.
J: .... algo de eso tiene la música esa que te digo, y tus silencios.
C: Tengo que pensar que eso es un piropo? o algo así?
J: Tenes que pensar que tu silencio es armonioso.
C: Si esto fuese un chat, te enviaría una carita.. feliz..
J: Yo con las caritas sólo respondo.. "jajaja", no manejo el lenguaje ni la interpretación de las caritas.
C: A mí me pasa lo mismo con los domingos. No manejo la interpretación de los domingos. No puedo decir que me gustan, ni que los odio, sólo no los entiendo. Los respeto, ojo.. no sé que haría sin los domingos.
J: Por fin, sin darte cuenta me estás hablando.
C: Queres que me calle?
J: En realidad sin cantabas, me gustaría que cantes...
C: Y cómo sabes o te imaginas que no canto.. te cuento que canto, ja... en realidad mi arte es el tarareo.
J: Estoy para escuchar tarareos... si fuese un chat, le agregaría a esto un "jajaja" de nuevo.
C: Que mal "chateador" che...
J: Es un don que no lo tengo.
C: No te preocupes, eso no es un don, el tarareo, de por ahí si, supongo. J: El silencio también, o sea que podes estar ganando dos a cero en dones. C: Dicen que es el peor resultado.
J: ....
C: Si era Juno la película que me gustaba... la música esa del final.
J: tu guitarra esta afinada?


C: sólo si te animas.

jueves, 7 de junio de 2012

Ray B.-

No intento describir el futuro, intento impedirlo. Ray Bradbury. Que genio investigador de las letras, fue este señor, que este pequeño blog, muy pequeño, no podría dejar de homenajearlo.--- Había leído por error un artículo de él cuando estudiaba inglés, hace ya mucho tiempo, y me quede maravillado. Si bien, había pensado que las mejores historias eran las reales, las que te atrapaban por lo fascinante de la realidad, por más que sea una historia de ficción.--- Este señor, al cual, le agradecemos desde acá por sus palabras, me había guiado, a que escribir es investigar, conocer, e imaginar, a viajar en las palabras, en no ponernos límites.--- Había dicho que la TV es cómo medusa, y que el desarrollo cultural esta en los libros. Gran puta, que poco dijo y que mucho significa.--- Hoy al enterarme que murió le escribí a un amigo que sé, admiraba en los años de la pubertad y adolescencia sus historias como yo. Le escribí en un mensaje: Ray Bradbury. El seguro entendió.--- Lean a Shakespeare, lean a Alexander Pope, Robert Frost… decía recomendando a escritores jóvenes hace unos años en sus conferencias. Su pelo desdeñoso, blanco y sus anteojos que denotaban su edad.--- Creo que Bradbury no habrá leído nada de Paraguay, pero si imaginaba metáforas como las nuestras.--- --- “lean un poema por noche, un ensayo… por las próximas noches” Hasta siempre, maestro… te imagino escuchando jazz con Huxley, Sagan y los multifacéticos pensadores del siglo XX.---- leeamos, como nos enseño él.----

jueves, 24 de mayo de 2012

la milésima.

La deuda que uno deja en los labios es como la libertad que tiene el silencio. El silencio, que es el clamor de la noche y de la calma somera, que surge también de los labios cerrados y húmedos. Tus labios, señorita, que los veo desde lejos en un espacio recuperable que se aleja sólo por el tiempo que no nos da ternura entre nosotros. La luz de la luna es un reflejo que refleja: el tu y yo bailando en nuestras miradas que se cruzan en mini segundos. No hablamos, sólo la mirada del nunca más que nos dice todo y conjetura los caminos que no se apartan... En tu mirada veo mi boca, que se desboca corriendo en tu cuello, en esa piel que marca el inicio del canto de la belleza, cual fibonacci, tu perfección es áurea. En ese espacio de tiempo que te saco las ropas, que nos reímos viajando y que envejecemos juntos mirando el fuego, en ese mini segundo de un cuento corto eterno, el espejo irreal, del mundo paralelo que creamos y que es sublime. En tus ojos todo el drama y el desenlace.

martes, 15 de mayo de 2012

Relato extraído del vecino que se ha marchado.

... Me había sentado.- Acostarme no es una opción. Hay noches cómo esta que no recuerdo tu piel, otras, el tiempo se hace largo de recordar. No poder dormir es en un momento un arte, una obsesión peligrosa.No perder la paz de la noche, se vuelve costumbre. Había prendido la Tv y sin verla y sin sonido, sentía como la compañía de alguien que te consiente con simplemente estar. Así, comienzo a mirar la noche, así comienza mi día.- Es otoño y es Asunción: el destino, la suerte y la mala suerte, hacen que se deslicen matices climáticos que hasta suelen ser simpáticos. El no sonido que no es el silencio del que aveces somos devotos, es la falta del ruido de la paz, sonido que se funde con alguna alarma, algún murmullo de vehículos taciturnos. Soy parte de la decadencia de los pueblos que se vuelven ciudades improvisadas. Ahí, donde lo inexplicable se convierte en problemas de tráfico, la poesía en graffitis y el baile en souvenires falsificados en calles sin desagües pluviales.- Asunción es testigo del aumento de peso en el paso del tiempo. Es una mujer que se va dejando en su propia intriga, y que sin querer absorbe paz en sus restos verdes, en su corazón abierto, en su sangre espesa.- Mi insomnio que no se cura fácil sin vino, y como no tengo un peso, ni he tenido vino, lo mato mirando desde el balcón. Me viene la vida, la falta de fé y la poca luz encendida hacen que la mentira del mundo y los giros de la vida me hagan un atajo a caminos inciertos. Miró desde lejos, desde cerca me salen de foco las ideas.- Antes de dejar de ser, prefiero no haber nacido.
Me voy, disfrutando del no dormir antes que explote el silencio. .... Adios al vecino.

jueves, 5 de abril de 2012

El Viento

El viento, el recado de los cielos, hay algo más que no entendemos, nos lleva ahí sin darnos cuenta.
La paciencia que no fue, la sinceridad tampoco. Las ganas de ir, viajar a cualquier viaje. Entender a las nubes de otros lugares, sentir al viento, sus círculos interminables. Mirar atardeceres y amaneceres y que no se repitan, que sean fríos, calientes, altos, bajos, compartidos o solidarios a las compañías de la nada.

Que las manos, las bocas, las miradas y los consuelos sean siempre motivos de ir, de buscar, de escapar o encontrar. Que la vida que no es vida la dejemos en un solo acorde sonando para siempre en silencio.

Siempre una música acompañara el camino. Siempre.

lunes, 26 de marzo de 2012

cachafaz

Cachafaz! (le había gritado a mi abuelo)

Sólo tenía que empezar a darme cuenta, que los domingos, la locura, afloraría indefectiblemente.

Era sencillo pero cuesta convencer de las realidades a los niños incrédulos.

Digamos que podría haber sido 85/6 – habrán recuerdos más lejanos quizás, pero recordar nunca fue una cuestión a destacar en mi.

Los domingos, antes de cualquier situación personal, estaba la idea fresca de despertar e ir a correr atrás de una pelota, subir un árbol y ser el centro pleno de atención de los abuelos. Los primos y vecinos de las casas sin murallas de los ochenta, teníamos un código secreto a viva vos: El ruido de la pelota contra un portón de metal que no se usaba.

El arco, en la improvisación del fútbol de mitaí puede ser tan amplio concepto que no puede conjeturarse ni estudiarse: Con cuantos objetos, reales e imaginarios, hemos hecho arcos en partidos informales. En ésa época, teníamos un lugar, un amplio patio, sin uso, algunas rosas pegadas a una pared contigua que apenas subsistían y cada tanto se vengaban de los golpes con los balones, que cuero o plástico, sucumbían, y un portón, sin uso, de metal.

El ruido, de la pelota al marcarse un gol, era clave para la convocatoria de los domingos. El asado se olía a 600 cuadras, pero no era el de mi viejo, el barrio entero que en los ochentas estaba haciendo asado.

La tierra roja y los dos árboles de Nísperos, hacían de jugadores en medio de la cancha, los jugadores más conocedores del campo de juego, tiraban paredes con los Nísperos, y había veces que la incidencia de estos árboles, podrían llegar a determinar un ganador o perdedor en aquella canchita improvisada. Los dos pilares que sujetaban al portón eran los postes, las paredes eran el límite a lo ancho, y el otro arco siempre consistía en un palo clavado hacía años con zapatatillas o piedras al otro extremo. La cantidad de jugadas polémicas en aquél arco fueron motivos de todo tipo de trifulcas, y avivadas criollas. En fin, los domingos despertaba, me llevaban a los de mis abuelos y jugábamos fútbol hasta que las rodillas nos sangrasen.

El final del partido, era únicamente y sólo sí llegaba el llamado a comer el asado, hasta ese momento, no había forma de acabarlo, el medio día no significaba nada más que seguir hasta que las carnes estén en su punto. No puedo considerar otra alegría mayor que la jugar en esas canchas en esos días ya lejanos. Ni el aguinaldo me pone tan feliz.

No había internet, celulares y la verdad que no recuerdo cosas más tecnológicas que el VHS de mi tío Víctor.

Al terminar el asado, sudados, teníamos el correspondiente aseo que mi madre o sus hermanas entre dientes nos obligaban a realizar. Yo, señores, después de una costilla vacuna, soy tan dócil que parezco una canción de Brahms.

Era un domingo donde se confundían las sonrisas, la razón y la piel familiar es un conjunto perfecto. Ahí es cuando decís: Que más puedo pedir. Tenía 6 años aprox, y estaba realizado. No necesitaba nada más, pero sí, los domingos se terminaban en mi familia de una manera muy particular.

En el momento de un postre, la numerosa familia, tenía un acto-costumbre: Los hombres nos apartábamos y empezaba, lejos del sector femenino, a organizarse la ida a la cancha. No era muy fácil comprometerse a llevar a 7 chicos, ávidos, intrépidos e inconsecuentes. Pero el abuelo, enfermo mental del fútbol y tan amante de los domingos y la pelota, jamás titubeo, no nos pedía nada, ni orden, ni charla técnica previa, ni motivación, ni nada. Sólo estábamos obligados a ir, a ver a la reserva, saber los jugadores de memoria y en la primera ni que decir, el que decía la alineación con los suplentes primero, llevaba una coca con chipa de premio. A los que no conocen de esas “coca-colas” y chipas infantiles, quizás no gozaron del éxtasis juvenil.

La organización, dependiendo el rival y la cancha empezaba bien, hablando del club, discutiendo sobre los laterales y quién debería ser wing, o , del por qué juega fulano, porque Evaristo Isasi no estaba pasando un buen momento y que carajo le pasaba al D.T. para seguir manteniéndole a Krauseman por los laterales, si el “hdp” no marcaba, ni tiraba centros, decía mi abuelo. Todo lo que decía mi abuelo, su hijo, Víctor, el tío del VHS, le discutía, pero la discusión era tan pasional, que a nosotros insultos, botellas, cuchillos o si llegase a algún fusil no nos podía asustar. Llegaba la hora de ir, y ellos estaban más chochos que nosotros. Las diferencias políticas de la alineación principal se dilucidaban. ¡Vamos chicos!, y arrancaba la pelea para quién quedaba en los sectores de “ventanilla” de un Ford del Rey – familiar-. Luis y otros primos más jóvenes e indefensos, tenía que aceptar su realidad e ir al gallinero.

Lelo, mi abuelo, no manejaba desde los primeros años del 70, hizo las inferiores en el Club, y aparte del Olimpia sólo le interesaba el Olimpia. Así de sencillo, su vida, hasta el día de hoy depende del Club.

Sé que hay muchos eufemismos y cuestiones que con el paso del tiempo uno siente cómo más o menos importantes, yo creo que simplemente no existen tales realidades, para mí, y mi abuelo, el disfrute dependía de algo totalmente inmaterial.-

Habíamos llegado a “Para Uno”. Mi viejo, no iba a la cancha ni empedo –literalmente- antes que vaya yo, el ya estaba preocupado, por el club, entonces, apenas me daba para la entrada, pero como mi abuelo pagaba, a mi me quedaban unos mangos para antes de entrar, comprar unas naranjas. Esa extraña forma de pelarlas de las mujeres que vendían naranjas era cautivante. Ir a la cancha para mí no era sólo fútbol, había un escepticismo que quedaba desecho con respecto a la gigantesca oferta gourmet en las afueras del estadio, las naranjas, siempre fueron dulces en “Para Uno”, y jamás me perdí la oportunidad de saborearlas.

Llegábamos siempre unos minutos antes de arrancar la reserva, que en esos años, se llamaba o sub 23 o algo así. El estadio no pasaba del 200 personas y nosotros, instalados esperando que la serenidad y bondad del hombre más bueno que conocíamos, se vuelva totalmente intransigente, intolerante y a la vez brillante.

En la reserva, Lelo, mi abuelo, no se agitaba, tiraba cada tanto, con su radio pegada a la oreja derecha, cosas cómo: Pendejo de m… saca la pelota que lo parió!; Vos estás jugando en el Olimpia la p… que te parió!; Referé mirameeee, miraaa referí, yo, te espero afuera vendido hijo de p…! (los referís y los mediocampistas lentos, con mi abuelo, no la pasaban bien.)
Guaraní era el rival de aquel séptimo día de esa semana en los ochentas. Olimpia tenía que volver a salir campeón, porque, así nomás, es el hincha de Olimpia, el estadio se iba llenando, mi abuelo y mi tío, ya habían insultado a unos cuantos jugadores y bastante al referí, después, al terminar el partido, sabíamos, volverían a la normalidad.

Es raro, pero los insultos y epítetos de mis familiares eran con respeto y contra las malas costumbres, asumiendo que estábamos en una cancha de fútbol, ellos siempre fueron unos caballeros, insultadores, es cierto, pero caballeros al fin.

Al empezar el partido, nos parábamos, gritábamos y cantábamos. Olimpia ingresaba, ya éramos amigos de todos a los 10 metros alrededor de nuestras sillas, con todos los vecinos circunstanciales teníamos buenas relaciones, casi siempre.

En Olimpia, jugaban Almeida, Solalinde, Rogelio Delgado, Gustavo Benítez, Evaristo Isasi, Krauseman y Talavera, de los que más recuerdo.

Nosotros, sentados en platea baja, como de costumbre veíamos el partido a metros, sentíamos los gritos y si llovía o estaba mojado el césped, siempre nos salpicaban pedazos de pasto.
Krauseman, lateral, jugaba con nosotros prácticamente, al lado nuestro, siguiendo la línea de ida y vuelta, marcando mal y tirando malos centros, según mi abuelo.

Nos habían madrugado, apenas al arrancar el partido íbamos 1 a 0, y, cómo en el ´84 Guaraní nos había sacado un campeonato, eso para el abuelo era suficiente para insultar a todo el equipo, dirigencia y cuerpo técnico de Guaraní, pero bueno, el problema esa tarde era Krauseman!. La p… que teparió, rubio de m… poné huevos! – Krauseman, tenía, un constante y particular perseguidor y crítico de su juego: Mi abuelo, Lelo.; justo, en eso, el 2do gol de Guaraní por el lado del amigo el buen tipo de Krauseman.

Mi abuelo se paró, se arrancó unos pelos, mi tío tiró la guampa del tereré y se fue afuera del estadio. Dos a cero, minutos antes de terminar el primer tiempo, ANDA A CAGAR KRUASEMAN! SOS MÁS LENTO QUE UN TRACTOR EN SUBIDA HDP!

Al terminar el primer tiempo, ingresaba al estadio el hombre de goma, y nosotros, los niños aprovechábamos para relajarnos, mirábamos la elasticidad del hombre de goma y mi abuelo que discutía con sus vecinos circunstanciales, sobre tácticas, cambios, y KRUSEMAN.
Olimpia de movida, ingresa al campo con dos cambios en el medio y la delantera respectivamente, la defensa, bien gracias, los laterales no fueron sustituidos. Guaraní, sólo hacía tiempo, se defendía. OLIMPIA, intentaba demostrar el por qué de tantas copas en sus vitrinas, toques, paredes, tiki tiki y Talavera, con la 10 nos hacía delirar. Era un crack el arquitecto.

No había caso que emboquemos una, centros, pases a profundidad y nada, el palo, el arquero, un defensor o lo que fuese, en el arco sur del “Manuel Ferreira” Guaraní parecía tener un pacto con el diablo.

Nosotros no aguantábamos más, gritos, alientos, y no habían goles.
Cómo a los treinta minutos, KRAUSEMAN lo cambian de bando, y empezaba a tirar los centros en nuestras narices. No tenía suerte esa tarde ya casi noche de invierno. Sus centros eran o pasados, o cortos y mi abuelo se acordaba de sus parientes, vecinos, novias, esposas, ex esposas o lo que haya tenido aquel lateral. Víctor mi tío, apretado contra el alambrado estaba por llorar, como cualquier domingo, tan pasional el tío que llantos, onomatopeyas eran normales.

Faltando cinco minutos llega el Gol, al fin, esa música para nuestros oídos, delirio y preocupación. Vamos que podemos! Gritaba el estadio entero, menos mi abuelo, que sólo quería que Krauseman muera aplastado por alguna fuerza misteriosa, el lateral rubio de Olimpia, seguía con mal partido y encima ya se terminaba, por lo que aprovechaba el abuelo para insultarlo bien, últimos cinco minutos de insultos.

Procrastinar…Si sabía el significado de eso, era lo que quería yo en esos momentos.
Lelo, ya no se sentaba, la hinchada, 15 mil almas que gritaban. Mis primos y yo, estábamos entumecidos, estupefactos y Piero, de los más chicos, ya empezaba a llorar. Sé que todas las familias, a nivel profesional y en confidencia están locas, tienen sus dramas, diferencias y cosas así. Mi abuelo y mi tío, estaban en HD locos, antes que exista la tv por cable, y todo por un club, que a su vez, nos estaban dando el legado, el ritual, de ir a la cancha, los domingos, a nosotros se nos estaba inculcando. Sufrir: palabra tan amplia.

La tierra, el sudor, el laburo, el sueño de los sueños, el desgarro del hombre del día a día, esta implícito, todo, en el fútbol. Yo ya no entendía lo que pasaba, perdíamos la punta, podíamos volver a perder un campeonato, podíamos volver a perder con Guaraní, y mi abuelo, se me iba, venía un ángel y lo llevaba, o bien, que me lleve a mí por que aguantar la vuelta entre 9 en el Ford del Rey, no. No. No.

Minuto 44, Ataca Guaraní, Krauseman, cierra, no sé cómo un centro al segundo palo, Almeida, nada más ni menos, que el arquero Campeón del Mundo, se quedó parado. El rubio, roba la pelota que era Gol, y sale jugando: Krauseman toca para Guash, este se saca uno y mete a la derecha un bocha precisa a Evaristo Isasi. Si ud, creyó ver correr a wing, está equivocado, Isasi era una gacela en celo corriendo más rápido que el hijo del viento. Centro fuerte al medio, Talavera no llega, Bobadilla que había ingresado no llega y Julián Rosa Coronel, joven promesa del arco de Guaraní saca apenas la pelota que de tan potente envió sabrá ud, querido lector en quién rebota la pelota. Si. En el. Gol de Olimpia.

Viene el rubio corriendo, esquivando a sus propios compañeros, sacándose la rabia de encima, con esa calentura que sólo en el fútbol se puede producir a gritar e insultar a las dos personas y sus 7 sobrinos/nietos que estaban con ellos. Goool gritábamos, nos abrazamos, yo tiré el resto de la “coca-cola” que guardaba para la salida. Seba, mi primo me sacudía de arriba abajo, mi tío se abrazaba con los vecinos y mi abuelo, quieto miraba como lo insultaba KRUASEMAN, lo apuntaba, le dirigía la palabra. El estadio entero deliraba.

Al salir, subimos al Ford, y mi abuelo, feliz, dijo:

-Che, Víctor, viste como le gritaba Krauseman al viejo al lado mío. Cómo lo insulto, yo si fuese él, no sé qué haría.
-No te gritó a vos? – dijo Víctor.
-No, que me va a gritar ese rubio a mí cachafaz. No ves que el de atrás mío con la pinta que tenía y todo lo que puteó.
-Si, cierto, aparte, nosotros no dijimos nada.

En el lugar menos pensado, señores, puede haber felicidad.


-Chicos: Quieren helado, (dijo mi abuelo con su sonrisa de oreja a oreja)
-Sí dijimos. (nosotros con más sonrisas)

El tío Víctor giró y fuimos a tomar helados, a festejar que la punta seguía siendo nuestra.

jueves, 22 de marzo de 2012

somnolencia y el café


Las ganas de jugar, que un niño/a puede disfrutar tener son proporcionales a la posibilidad de ser feliz, para el niño/a, todo depende del juego, siempre que considere al lugar que le toque, como un hogar.

Ser feliz, es jugar a la vida, que no es un juego sencillo, cuando hay cuentas, dinero y amores truncados.- Vestir, alimentarnos y ser partes de sociedades hacen que las siluetas vayan cambiando, las personas que nos acompañan mutan, cambian y muchos mueren, en vida o mueren de esas muertes que van al cielo o al infierno o terminan en cementerios olvidados.-

Contar historias no es siempre sinónimo de saber o conocer; adelante o atrás o donde sea, pero si de haber caminado.

La verdad que no es verdad y las mentiras que nos gustan, tienen el mismo significado, las canciones que nos hacen correr, sentados, en las oficinas. Los gustos por la materia, lo inmaterial y lo que va más allá de estas cosas. Las “cosas” que hacen que pensemos en un más allá, nos alejan, proporcionalmente también, de la felicidad. Felicidad que podemos encontrarla al lado nuestro, y no nos percatemos jamás.

Buscamos constantemente superar lo que hemos logrado, disfrutar los logros no son disfrutados. Los logros no se festejan, y es, básicamente por el dinamismo que tiene la avaricia, la codicia y la intrépida forma de consumirnos a la monotonía. En fin:

_Había bajado dos cuadras, era de noche, el café me había dado energía que no buscaba. El café, el grano sudamericano que conquisto al mundo, hizo que durmamos menos y soñemos caminando. Me había encontrado solo, y sin darme cuenta que estar solo: Es enfrentarse a la vida. La vida, tan cotidiana palabra, tan corriente crueldad que parece sacada de un tango oscuro, tal vez una guarania melancólica de algún sur.

Había sido parte de la vulgaridad, de lo esencial de la amistad y me había enamorado con algunas miradas. Mi madre me había presentado a Elvis cuando era muy pequeño. No sé como esa noche, de café taciturno empecé a caminar. No era Paraguay, estaba de extranjero en calles sudamericanas. Sudamérica busca amor y respeto, y no nos respetamos y solo nos amamos por supervivencia.

Caminando, secuencia improvisada de pasos, la lluvia que gambeteaba los altos edficios, el frío y la ilusión de llegar a ningún lado me habían hecho una emboscada. De fuerte Olimpo a Uruguay nos van uniendo los ríos, Bolivia, Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay al mar. El río tiene un fin y comienzo infinito, una ecuación que no termina, como todo eso que pensamos mientras caminamos.

Había pasado el sufrimiento del frío, las lágrimas del cielo se habían apoderado de mis ropas, el silencio de una ciudad gigante es el augurio de una tempestad.
Comenzó la tormenta que no tenía vientos, sólo agua, que va al río.
Llegó un hombre, al rato de arrancar la parte más espesa de la tormenta, y, bajo un árbol inmenso, entró a refugiarse conmigo.

Me djo:
-Que hace Ud caballero que no está en su casa?
- Ando buscando una creo – respondí
-Yo he empezado a olvidar la mía, la lluvia me ayuda a veces.
-El tiempo también – dije.
-El tiempo también es la cura, que con el agua, borran las huellas, no el camino.- Me miró fijamente dos segundos, siguió caminando rápido, empapado hasta que no lo vi más.
-La quimera, el valor perdido de la reflexión corriente. (dije en voz alta en mi pensamiento mas callado)

En la urbanidad del orbe, la lluvia nos devuelve a la naturaleza de lo imprevisible, a la búsqueda del refugio, del calor corporal, al suspiro y las miradas encontradas.

Esperé dos horas que la tormenta pase. Pasaron dos horas más. No vi muchas personas, algún ruido de algún auto, o colectivo que de lejos dejaba una estela sonara. Espere el fin de la tormenta, que como siempre, paró.

Empezaré la búsqueda

, seguiré caminando.

otoño en el balcón.

Vamos, no sé qué decir. Sólo ir, que quedarse es peor.

La verdad que no voy con trivialidades, hay veces que solo sé que puedo escribir, ni trabajar, ni dormir, solo sé que puedo poner en papel lo que me hace reír.-

Somos tan frágiles, que la verdad, las nubes son más fuertes. Me abre la mente la ventana abierta, el ruido de la lluvia que arranca el otoño, que arranca las hojas, en el sutil manejo de las memorias que traen las hojas cuando caen, el olor a la menta, el mate, el vapor de su agua mientras perfora la yerba paraguaya.

Me gustaría algún día pedirme perdón, me he equivocado tantas veces que acertar es la excepción a la regla. Soy una hoja que se cae constantemente y florece cuando ríe.

De fondo, bien al fondo miro al chaco, al agua que va cayendo al norte, las hojas más bajas de mi balcón, los árboles más serenos. La calle, el murmullo de la vida agitada, yo lloro si quiero, río cuando pueden hacer que mi risa sea sincera y veo que el mundo en otoño, en este hemisferio, va teniendo sentido.

No sé que quiero más.

sábado, 18 de febrero de 2012

Hay una poderosa fuerza que intenta tapar la ansiedad. Sos vos mismo, la música que hay en vos.
Me faltan cuadros en mi memoria, solo los lleno con música, si bien, no tendré cuadros, hay acordes, melodías y distracciones sonoras a veces incoherentes otras solo comparten el sentido de soledad, otras, son como el sol cuando termina la lluvia, y como la lluvia en un día de pleno sol.-
No podría describir que haría yo sin la música, no sé hacer un solo dibujo, me gusta estar solo y pierdo la paciencia con el murmullo… pero podría explicar las sensaciones con sonidos atados que a su vez, son libres.-
Amaré las cosas que respeten la libertad del sonido.
Mi madre, en un acto que nunca supo me introdujo a la música, aclaro: no soy músico, solo soy un amante que ni siquiera exige reciprocidad.-

viernes, 10 de febrero de 2012

un taxi, una canción y el aire acondicionado

Cuando la confusión nos da claridad: Corre, amor, corre.
Cuando el remedio es la agonía – justo ahora, me quedo sin momentos-
Cuando el amanecer vuelve, me encuentro escondido sin saber que amanece, ni que estoy escondido.


Hace muchísimo tiempo que había escuchado por última vez tu voz. La misma voz, que paradójicamente siempre escuchaba. No sé cuanto sangra una herida. Esta señores, sangraba sin sangrar.-

En Asunción, no hay muchas veredas que puedan escapar del sol. El calor, en su habitad perfecto, lloraba de felicidad. Un taxi, que no era amarillo, había parado sin que yo lo haya llamado.

- Señor, ud es el del 8b?
Si – respondí sin saber quien era el del 8b (o 8v); (es más pensé en esa fracción de segundo mientras subía al taxi que no había llamado ¿Qué era 8b? – eran las siglas de una habitación? Eran las que denotaban un auto de esos que tienen motores muy grandes… con ocho cilindros);(también pensé, y eso que no pienso mucho últimamente: porqué estaba subiendo al taxi del señor del 8v/b.)
- ¿Adónde vamos? - hace mucho calor che – comentaba y preguntaba el taxista.
- Sí, la verdad que hace calor…
- Si… donde vamos? Es de acá? Preguntas dobles por parte del taxista

(en un minuto me sentí en una aventura en blanco y negro) no sé porque en una aventura, ni porqué en blanco y negro, pero tenía cómo imágenes de imaginaciones pasadas.
- Vamos al centro, dije cómo sabiendo donde iba.
- Pero... no teníamos que ir al puerto según escuché en la radio.
- Vamos al puerto, disculpe.
- No hay problema, prendo el aire acondicionado si quiere, diez por ciento más
- Por favor, le pago 15% más.-

El taxi, no amarillo, un “remis” tenía un aroma interno a guayaba fresca, me remontaba a mi infancia, el taxista, escuchaba una especie de bossa nova.

Se empezaron a corregir los momentos, en un taxi, con una canción y aire acondicionado.-

Rápidamente me olvidé del hombre del 8v/b – creía que la confusión era esas cosas imposibles que el destino las vuelve posibles, o bien, un fallo contemplado por el titiritero que se mata de risa con nuestras salidas de contexto.-

Caminaba por las calles de mi barrio, un taxi hizo una pregunta y yo fui su respuesta.

Tenía un poco más de 100 mil guaraníes y 100 mil recuerdos tuyos, el primero, paradójicamente en el puerto de Asunción.-

Cuando te había visto aquella vez, era verano, yo intentaba olvidar algo que ya no recuerdo y vivía cerca del puerto. En el puerto de Asunción, hay tantos olvidos que uno ya ni recuerda, es más, hay mucho más olvidos que barcos, sin embargo, ese día, post lluvia de verano, te había visto. Del recuerdo me nacen otros, pero no hay ninguno más importante que el primero de los recuerdos.- Tengo la imágen de las personas caminando, de varias aves que cruzaban el río desde el chaco.
Sabía con esa rara intuición que cuando te vi por primera vez, seguro, era seguro que unas palabras se escaparían ese mismo día entre nosotros dos. El jazmín es una planta tan sencilla y hermosa, que sus flores tan cercanas a lo perfecto ese día te hubiesen envidiado por tu belleza.

El taxi se manejaba sólo, el chofer, introvertido sólo estaba concentrado en la cadencia de las canciones en portugués. Yo no tenía otra idea que olvidar mis recuerdos, iba al lugar donde te había conocido, tus labios me habían dicho mil veces cosas más lindas de las que me había merecido.-

El aire acondicionado es un invento realmente interesante, también lo es la guayaba y también lo son los taxis que combinan el aire acondicionado, el aroma de guayabas y tienen una banda sonora que aumenta cualquier deseo.

Eran las once de la noche de un jueves. El desvío en frente al ferrocarril central siempre me hace pensar en las épocas asuncenas de esplendor. Cuantas personas ya pasaron por esas calles; mis abuelos, padres, amigos de ellos y sus respectivos antepasados. Cuantos nativos antes que los españoles invadiesen nuestras tierras, habrán corrido, habrán recolectado miel, bajado una fruta o simplemente habrán mirado al sol entrar y salir.

La noche de las once de la noche es la mejor de las noches. El cielo abierto reflejaba en los vidrios empañados del taxi, yo no sabía donde podía ir. Pedí al taxista si podría parar en algún lugar antes de llegar al puerto, quería una cerveza o algo que me acompañe en el encuentro mas impensado de esa noche en todo el orbe.

Esa tarde, la primera vez que te vi, luego de cómo seis miradas encontradas, fui y te pregunté ¿que hacías en el puerto?. No tuve respuesta, sólo una sonrisa, yo, sonreí también. De eso, no hay más que eso.

Llegué al puerto, pagué el 15 % del aire acondicionado; miré y caminé cerca del río, la luna, por más sola que estaba, brillaba y se notaba que no pensaba caer. Asunción a mis espaldas, y comprendí todo lo que tenía que comprender. Te olvidé mirando la nada y la nada que nunca da la espalda sabía que era parte de nuestra historia.-


Si ud era el que esperaba el taxi del 8v/b – le pido mis más sinceras disculpas.-

jueves, 26 de enero de 2012

así nomás.

No hay que ir por lo tan obvio, ni por lo tan cruel, el punto medio, eso que llaman conformismo, es ahí donde me gustaría estar.-

Sentarme, acostar mis ansias por que simplemente han sido saciadas, no alimentar la codicia ni las ganas de mas. Esa supuesta intención de superarse a cualquier costo. Pedir una cerveza de mas, a disfrutar la última!; Dar un beso hermoso, no buscar besar. La belleza del alma, la conversación que roba sonrisas. El viento que nos haga llorar.-

hoy te había llamado, te escribí mil cosas en dos o tres palabras. Se que hay una pelea que ya no hay que luchar, se que hay mil cosas que una palabra ya no te cuenta. Me gustaba tu boca.

Empezar por disfrutar lo que hay, no buscar lo que no hay. En todo, esa ley sería ideal.

Así como nos gusta mirar el mar, un atardecer, disfrutar de la noche con estrellas, así nomás...

Me despido por que es tarde, y me voy a disfrutar amigos!
Slds.-
Yo

lunes, 2 de enero de 2012

remontemos vuelo

Remontemos vuelo.

Empezó de nuevo todo, lo que caímos sirve de brava herida.-
No nademos más contra la corriente, seamos parte del remanso, tengamos voz y color vivos. Dancemos.
El corazón algún día parará para siempre, a cuchillo hundido o como una presa caeremos a la redes del abandono.-

Que la sangre sea espesa, que lo que nos ponga triste sea una corriente turbia de inspiración. Seamos serios con la felicidad, enfrentémosla.-

Que el canto sea del río, que el coro nazca de tu alma. Al brillo saquémosle sus cruces.

No creamos que estemos perdidos, que la muerte no es la pobreza, el llanto aclarara toda sombra.-

En nuestro reposo, que no nos saquen escamas las mujeres sin piel, y si tengamos que pensar en una sola, entonces, a no abandonarla. Si tengamos que pensar en miles! Sepamos que al final hay una sola.

Los dones hay que buscarlos, no imaginarlos.



Recemos al día y a la noche, al frío buena cara, y al calor poca ropa, busquemos el mar de cada uno, que las musas, los dioses y las algas, vienen con las olas.

Joyce - ulises y nosotros y nuestra historia: 2011 era el futuro antes.

Joyce, escribió una joya, que se basa, o inspira digamos, en la historia del viaje de vuelta de Ulises, de nada más ni nada menos que de La Guerra de Troya.

Joyce, al terminar Ulises, quizás no dimensionó ni pensó en lo que salió de su pluma, sugestionada en la de HOMERO, hace miles de años, nos regaló un libro obligatorio.

La literatura, o el compendio de historias contadas y adornadas por cada feliz o infeliz escritor, nace necesariamente del acto o intención de plasmar en papel nada más ni menos que una historia real, feliz o infeliz e irreal. Contada con palabras mínimas o con la extensión de las obras de Tolstoi.

¿Cuantas de nuestras historias, reales o no, son “escribibles”?.

Al pasar el tiempo, me sigo haciendo esa misma pregunta y sigo asumiendo que ese escritor que todos tenemos dentro de alguna manera, ¿qué hace? Escribe las historias, las vive, o no hace nada que sea digno de ser considerada: Esta historia o vida es “escribible”. Repito: Lo que JOYCE, escribió, inclusive, con la sensible referencia a una historia anterior como fuente de inspiración es parte de su vida, su obra, sus cuestionamientos. Su historia.

Somos, seremos, no seremos, ni somos o utilizamos el JOYCE, BORGES, HEMINGWAY, que tenemos adentro…

Al pasado del tiempo es donde tenemos que remitirnos para aplicar el resultado al presente.-

Si no leyó ULISES de JOYCE, léalo. Si lo entendió bien, me avisa, yo sigo con varias conjeturas.-

No se olvide de vivir su historia.

Mi reflexión sobre el 2011.-

He saw them three by three, approaching girls, in green, in rose, in russet, entwining, per l'aer perso in mauve, in purple, quella pacifica oriafiamma, in gold of oriflamme, di rimirar fe piu ardenti. But I old men, penitent, leadenfooted, underdarkneath the night: mouth south: tomb womb. - fragmento de ulysses - James Joyce.