Buscar

vistas

viernes, 5 de octubre de 2012

abismo

La ambigüedad de la tragedia es una sola, que parece no ser ambigua, por decantación misma. No pretendo, ni estoy queriendo fundar una teoría, simplemente saludo a lo inevitable de manera sincera, sin buscar un concepto, ni proponer una solución. Para muchos, estaríamos siendo un mecanismo sofista o catarsis pura de un error del destino que no se podrá enmendar, quizás.

Solo ser feliz o infeliz es imposible, solo ser solo si uno no desespera sí lo es.-
Poder entender el cambio, incluso en la frustración/alegría que todo eso de cambiar, girar, ganar o perder significa, es lo mismo, exactamente lo mismo. Podría estar ud completamente en contra y fundar su aseveración de manera cruel, inclusive sosteniendo que no acompaña lo que este párrafo intenta sostener, el cambio, es igual – Ud me dirá: como es igual ser feliz o frustrarse? – Insisto – el cambio de estado, el giro del destino, en esencia es lo mismo.

Nacer y morir, el éxtasis del comienzo y del final de toda canción, el día o la noche… son uno solo, uno solo es, si no desespera. La desesperación, el fulgor, sí podrían entenderse como un estado nuevo en la materia sentimental del cambio, sería como el estado “plasma” de todo ser. Lo particular y de tener cuidado: el estado de ánimo es inmaterial , irreal.

Escribíamos estas líneas mientras, imaginariamente, en un encuentro no real se tomaron copas que nunca existieron y fulguraron miradas y roces que no nacieron.

Parecería una alucinación, o cuento de hadas, con destellos lunares en un lago perfecto. No lo es. Las palabras se componen como las siete notas musicales en un pentagrama. Los pensamientos la ejecutan en una hoja, en el papel se planta la obra.

El devenir, el hijo mismo del destino, irreal también, forma parte de esta conspiración que se llama Tiempo. El tiempo, señores, va pasando, y es el mismo.

Vuelvo a mi mismo, o intento conciliar lo que codificamos todos los días con la monotonía, lo que para muchos es la rutina, la vida, para mí es parte de la cotidiana lucha de lo real contra lo irreal.

Todos somos un solo ser único, no hay ambigüedades y si existen, es sólo una, una sola, en tu solo ser, que no cambia, a veces tiene su día y a veces su noche, que se encuentran en un solo abismo, infinito que sos vos.

No hay comentarios: