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lunes, 19 de julio de 2010

Asunción y el frío.-

Asunción y el frío

Asunción es como nacida de una expresión de Esiodo y su teogonía. Asunción podría ser perfectamente un cuadro alegórico también, entre otras cuestiones, lindas, feas y como diríamos acá “misturadas”. Ahora, lo que no nos gusta, a los asuncenos y específicamente a Asunción es el frío.-
No sólo porque es un extraño – y acá conocemos siempre a los extraños – a algunos los recibimos bien, a otros ignoramos. Al frío en particular, le armamos un show sin precedentes.-

Hay años que él no aparece, otros, como este, que con el tema del calentamiento global, y cuestiones relativas al efecto invernadero, nos ataca de manera perversa y burlona. Realmente a nosotros se nos vino - este año- de los Polos.

Vino, y se presentó con todo. Bien y muy frío, con lluvias tenues y cuestiones casi nórdicas. Caos, como La teogonía compañeros.-

El asunceno se empecina a que el frío paraliza las actividades:
Las peluquerías que en verano o en climas tropicales son asiduamente concurridas, en invierno, merecen ser observadas por su desolación.-

Las cantinas, copetines y bazares, son sin duda alguna otro motivo de sustentación de crisis en la venta de servicios o bienes.-

La cerveza si bien no desaparece, no es tan bienvenida, ni nos gusta que nos ofrezcan. Es que al asunceno se le ofrece una y por ley, no puede rechazarla y he ahí los problemas futuros conyugales, maritales, laborales y de índole variado.

La venta de las yuyeras, sin tener datos estadísticos verosímiles disminuye en proporciones cercanas al 50%. Con frío, cambiamos rápidamente del tereré al mate, y para el mate compañero, ya hay empresas más serias y casi imperialistas que sustituyeron a la canasta de la yuyera por un fajo de plástico o envase hermético de venta en góndolas de supermercados.-

El asiduo tráfico milagrosamente disminuye, no en números significativos pero sí analizables.-

Hay menos robos. El rubro del “chorro” se toma unas vacaciones bien merecidas. (apropósito, vacaciones es una palabra complicada en los dictados de la primaria. No se define a ciencia cierta si es con “sc” sólo con “s”, o con “c”. En fin). Y lo fundamental del invierno es el auge de productos destinados a complicar al frío, ya que lo complicamos no es que lo solucionamos como en otros países:

En Asunción, antes del primer frío no hay un abrigo a la vista, a la venta, no existen estufas, ni leñas, ni mucho menos, vacunas y anti gripales, los únicos que andan de traje, yo, los considero unos farsantes, hasta el presidente ultimamente comenzó con la moda "revival" de los "ao-poi" otros, sacan las "guayaberas" del pasado y con un toque de glam, se vuelcan a los bares.- Con el frío, estas cuestiones son absolutamente rentables, ya que lo hipocondríaco del asunceno es simplemente admirable. Yo soy uno a raja tabla. Compramos: Camperas, bufandas, gorros, sombreros, medias de lana, camisas, “tricotas”, estufas: grandes, giratorias, pequeñas, portátiles, calefactores de todo tipo. Después empezamos con la tos, gripe, congestión, y ahí no hay médicos disponibles ni farmacias que no hacen su real “agosto”.-

Asunción y el Asunceno sufre tanto el frío, que se olvida de disfrutarlo, hasta que en diciembre o en el mismo agosto, vuelve de cachetada un día y amanece con 31 grados en la sombra y todo el arsenal del invierno tiene que ser donado, guardado, tirado y hasta despectivamente regalado.-

El invierno es casi un skecht teatral, un corto cinematográfico, un esbozo literal de la opulencia romana en tiempos de Nerón. Después, nos llega el calor, y terminamos añorando el día que usamos por última vez algún abrigo.-

Así somos, digo esto, prendiendo una chimenea.-

jueves, 8 de julio de 2010

El mundial en Py.-

El mundial.-

El mundial de fútbol se celebra cada 4 años.- Esto significa sin ir más lejos, que es cómo haber nacido un 29 de febrero, o tener la posibilidad de acertar la quiniela.-

Cada 4 años, si tenemos suerte podemos disfrutar/sufrir los partidos de nuestro equipo o selección nacional.-
Claro, podemos a su vez aprovechar que si no nos gusta este deporte, existen por lo menos noventa minutos de cero tráfico, cero colas en los cines, cero problemas de comunicación, y así sucesivamente ceros problemas durante 90 minutos.-

Así, el fútbol y el mundial es cómo cuando nos desvelamos, sólo que el desvelo dura más que 90 minutos, pero, durante ese tiempo, no escuchamos nada, no vemos gente, no hay bullicio, y parece que el mundo está manso y hasta célibe.-
Ahora bien, yo veo fútbol, lo sufro y disfruto, mis conocimientos del deporte inclusive son mayores de lo que sé de matemática, pero, cómo no soy fan del bullicio, aprovecho que cada 4 años hay unos 90 minutos de silencio – Yo, no veo el partido, soy el encargado del asado, de poner las cervezas en hielo y desde lo alto de mi balcón, disfruto la nada.- Cada tanto voy y veo que tal le va a nuestra selección. Reconozco, soy nervioso con estas cosas.-

Ahora, la selección luego de 4 años esta jugando su primer partido: Paraguay – Italia, algo así cómo Goliat contra yo… David tiene más “onda”, pero bueno, no veo un auto, no escucho una bocina ni veo moverse a los árboles, que quizás están tan expectantes como el resto de esta cuidad.-
Ojalá ganemos, por la salud de mis amigos, y porqué en realidad me gustaría festejar. Compramos muchas cervezas y si sobran las tomo sólo y de ahí el desvelo y la resaca correspondiente.-

En el Paraguay, muchas alegrías más que el fútbol no hay, claramente infalible. 4 años y si salen las cosas bien somos felices. Si, cada 4 años – dependiendo – de nuestros once jugadores.- No es fácil cargar con ese peso, yo hoy dejé de querer ser jugador de fútbol en mi próxima vida. Mucha presión, a no ser que nazca en países del primer mundo o en esas islas que todo el año son carnaval.-

En Paraguay, aparte del mundial, casi nada nos hace realmente felices y de manera extraña todos nos volvemos nacionalistas: Tomamos “Pilsen”, escuchamos “Rock nacional” e intentamos respetarnos.-

No todo es fácil, estamos en Paraguay, un lugar que nada puede ser pronosticado, sólo y únicamente que si el próximo mundial vamos, le aseguro, que por noventa minutos ud puede pagar sus cuentas sin fila, no tendrá problemas de tráfico y si ganamos, tendrá a cerca de 6 millones de habitantes felices. No se olvide de precaver su alacena y adquiera ya de antemano sus cervezas, que también se acaban.-

Eso es el mundial en estas latitudes.-

voces en off

Sin mirar, sin entender por que doy vueltas.

¿Por qué dar vueltas?

A veces no hay palabras suficientes.

A veces no hay palabras

Analizamos y suspiramos.

El castigo más horrible es no tener tiempo.-

El dolor de la duda en el amor es el dolor más fuerte de este mundo.

Miró los miles de ojos que miran a la soledad desde el suelo. Las miles de hojas que están en el suelo. De los árboles, algunos enamorados locamente del transcurso del tiempo, otros que han persistido su paso, sobreviven al hacha, al hombre, al sol, la lluvia, y a la falta de lluvia, el ruido de los camiones, de los grillos, el grito de las personas que en silencio pasan a su lado. Pero del árbol, sus ojos también caen inadvertidos y frágiles, al igual que sus hojas.

¿Llegará la inmunidad a los sueños hermosos?.

La belleza de las flores terminando el otoño hacen distinta a esta esfera, pero sin sentirlo, mis lágrimas pierden ante la incontinencia. La vulnerabilidad es malvada, ser vulnerable no.

Las nubes empiezan a robarse a la luna.

A veces no hay palabras. No hay estrellas.

Existirán en varios nuevos segundos, varios puntos de partida, inicios de historias, finales rápidos, finales largos, medianos y conjugados. Siempre habrá finales.
Cuando empieza a desatarse, algo se rompe. Como las hojas, al comienzo del otoño, y las flores entrando el invierno.

Miran mis ojos el suelo, a los ojos que miran desde el suelo.