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lunes, 2 de febrero de 2009

Lunes

Un nuevo lunes.-

I

Cuantas preguntas tenemos, - tiene el hombre – para consigo mismo. El hombre, como humanidad digo. Yo tengo para todos Uds. una sola: ¿Sabe UD, para que realmente es bueno?

Lógicamente, partiendo de esta pregunta, surgen mil quinientas interrogantes más. Me explico: Cuantas personas en el mundo saben, o descubren lo que realmente les gusta, y lo hacen sin pensar también en una gratificación, ya que si uno hace lo que le gusta, no hay gratificación mejor. Están, dentro de esta clasificación – a quienes con toda envidia – envidio, valga la redundancia: Aquellos que saben que son buenos, lo hacen, y a su vez, tienen todo tipo de gratificaciones (económicas, sociales o no) realmente, gratificaciones que nuevamente hacen a ellos, ser ellos.-

Yo no se si soy yo.

II

He analizado mi primer día de mi nuevo trabajo, siendo las 9:30 horas:

Escritorio, computadora, varios documentos que no se para que están sobre el escritorio. Varias personas que hacen lo que creen que hacen bien y después estoy yo.

He empezado este nuevo trabajo, que gracias a un amigo he podido tener la “suerte” de conseguirlo. Si bien, soy Abogado, para mí dejé de serlo en el segundo año de esta carrera.-

“Es lindo el ideal” pienso mientras miró fijamente que la primera demanda de mi nuevo trabajo se titula: “Ejecución hipotecaria c/ panadería Don Manolo”. Al abrir mis recuerdos por sólo la carátula de la demanda, me vienen tiras de “Mafalda” para mí, el mejor libro escrito sobre la faz de la tierra. Al hojear, y escuchar seria y fijamente las directrices, del Doctor Vera, mi nuevo jefe, leo, que la ejecución de la hipoteca ya esta para el remate respectivo de la panadería.-

- “Mira, estos juicios por ejemplo ya sólo necesitan ser ejecutados, ahí, también cobrarías una comisión dentro de las costas, lógicamente, todo eso lo sacamos del producto del remate, así que movete para que sea alto el precio y rápida la adjudicación”
- Si? – contesto,
- No se preocupe doctor – agrego a mi estúpida expresión dubitativa.-

A los quince minutos de leer el expediente, veo que la familia “Sosa” propietaria de la panadería habría hipotecado el bien respectivo para hacer frente según las expresiones de nuestros abogados “inversiones y refacciones”. Que en verdad sirvieron para cubrir los daños producidos por un accidente que sufriese su hija, que lógicamente no tenía seguro social, ni dinero suficiente para cubrir los gastos.-

Sería estúpido ser uno más de los que culpa al sistema, “que el sistema esto, que el sistema lo otro”.
El doctor Vera quizás sólo hace su trabajo y no es responsable de lo que haya pasado, aunque eso, o, ese pensamiento, es también estúpido.-

Miró a mí alrededor, paredes, teléfonos, faxes, escritorios, y siete esclavos, que como yo nos despertamos a intentar ganar las subsistencias por errores de otros.-

III

Me despierto, por que a las 6:15 suena el despertador. (es casi un puñal a los sueños)

Creo que para muchos que como yo piensan que soñar es uno de los milagros más interesantes, despertarse con un alarido es un crimen.- Tengo que calentar la leche, darme una ducha, salir de la ducha, vestirme acorde a las circunstancias, volver a ver la leche, despertar a Pablo, que con sus tres años, es más inocente que yo, y yo mucho más criminal por tener que despertarlo.-
Natalia se despierta al lado mío, ya no me dice buenos días, si no después de yo, entra al baño, saca algunos maquillajes y pinta su rostro con colores cálidos.-

Mientras tomo un café, puedo alcanzar a mirarla. “Y pensar que pudo ser hermosa” digo dentro mío. Sin embargo, en algún punto de su vida se encontró con esta vida.-

Subimos al auto, el viento sopla muy fuerte abajo del departamento donde vivimos. Dos dormitorios, un baño, una cocina y comedor, sin cochera, ahí es donde duermo, dormimos, espero que ella también sueñe.-

Mi auto, es la única cosa material que en este mundo me dio una satisfacción. BMW, año 78, para muchos es un auto viejo, para mí, un clásico, y que como me lo compré yo, lo busqué yo y sobre todo, cuando lo encendí, una tarde en un invierno crudo, me dije a mi mismo “Esto es lo que estas buscando”

El auto no desempaña el vidrio en invierno, no tiene levanta vidrios eléctricos y como es coupé es sólo para dos personas cómodas. Natalia, odia el auto y hace hasta lo imposible para que de alguna forma lo cambiemos. Ella no sabe lo mal que me hace y quizás yo no sé el mal que a ella le hago.-

Ha llegado a pegar -en el auto- Avisos de venta de vehículos acordes a nuestros ingresos.-

Yo he limitado en los dos últimos años a sólo escuchar y repetir:

-“Hoy es un gasto innecesario”

Con lo que se da terminada la conversación matinal.

A las 7:05 dejamos a Pablo en una guardería del barrio y emprendo un largo camino, luchando con el tráfico para llegar a tiempo a que ambos, en nuestros respectivos trabajos podamos marcar la tarjeta antes de las 7:30.-

IV

Hay días que cómo hoy, - primer día laboral- pienso para que soy realmente bueno.

¿Qué me hará feliz?, y si fui feliz realmente.-

Recuerdo a mi madre, y ese recuerdo me trae felicidad.

Y eso que ya hace años que no la tengo, años que hasta su recuerdo ya son recuerdos de otros recuerdos. Vuelvo a mirar la carátula del juicio de ejecución hipotecaria y me doy cuenta que en realidad me aflige el sistema. Y no lo culpo a él, me culpo ahora a mí.-

No creo ni en el comunismo, ni socialismo, ni en la derecha, izquierda, etc. No creo que para que exista un bienestar, ese deba ser rotulado. Es más, la política en estos lugares es una máquina perfecta para generar diferencias entre los que tienen dinero, lo que intentan por medios políticos de conseguirlo, y el resto, que como los de la panadería, lo pierden todo.-

En realidad se esta comprobado que el mundo es triste y desde hace siglos. A veces esa esperanza de un mundo mejor que nos mantiene vivos, también es una forma de tortura sistemática.-

V

Creo que de chico fui muy feliz. Quería ser futbolista, era lo que mejor sabía hacer y me divertía. Estaba casi siempre ocupado en una diversión, que por más competitiva que sea, era un juego, donde uno se ensucia, suda, se cansa y hasta se lastima, pero lo hace con una sonrisa en el alma.-

Mi madre era profesora de piano, si bien, no recuerdo mucho, se que su música era un punto importante en mi felicidad.-

Cuando mi padre tuvo que “rehacer” su vida, vendimos el piano por gastos necesarios.- Hay días, como hoy, que me encantaría poder ir, sentarme en el piano y con los ojos cerrados intentar remedar esas melodías.-

No lo culpo a mi padre, el creo que busca, como todos su felicidad, y es más, espero que la encuentre.-

Recuerdo también sus palabras, siempre las recuerdo, por más que no hablemos por años y nuestros encuentros sean casi estériles. Se que está ahí, en algún recuerdo que vuelve cada tanto.-


VI

Existe una pequeña diferencia entre ser bueno, realmente, y hacer lo que uno quiere y bien. Hoy sólo me interesa saber, cual es mi lugar en la cancha de la vida, quizás la vida sea un partido, y nadie se da cuenta que en realidad es un juego. En el fútbol jugaba tirado por las bandas, y aprovechaba mi velocidad. A medida que dejaba la velocidad y crecía un poco mi panza, pensé que cocinar sería una gran profesión, me encantaba, era algo tan apasionante, que, cuando se vuelve una obligación nocturna, y se tenga que cocinar con “lo que hay”, si pierde un poco el sabor. Es distinto tener la oportunidad de crear una receta de pastas con la salsa que a uno más le guste, hacer un asado de cordero con un buen condimento, que tener que hervir panchos con arroz y adobarlas con Ketchup.-

Tampoco soy consumista, uso celular, compro las camisas y pantalones correctos para mi trabajo y todas las noches intento lustrar mis zapatos.- Pagamos el cable, pero es un problema la decisión de los canales, por lo que ambos preferimos dejar el canal para niños y a Pablo disfrutar de las 21 pulgadas del televisor. No se si hacemos bien, pero bueno.-

VII

Siendo las 12:49, suena el interno del lado derecho de mi nuevo escritorio:

- y después???, ya te gusta…?
- Que tal Fernando, si esta bueno, o sea, si, creo que esta bien
- Ja ja… (se ríe) te va a gustar… aparte vas a ganar un poco más que la miseria que te pagaban por redactar tarjetas!
- Y si.. tenes razón
- ¿Ya le viste a Susana, la secretaria del Dr. Vera.. ?
- No, cual es.. aca esta … ¿María? Puede ser…
- Si María trabaja en tu piso, pero la secretaria esta buenísima, no la viste todavía nomás, te vas a volver loco, una rubia, que esta para darle!
- Vos no te vas a curar.
- Claro que no boludo! Para que!
- Y si.. la verdad que para que
- Ya me casé, y me dí cuenta que soy más feliz de este lado
- Que buen consejo me das
- Bueno, te dejo, a la una nos vemos en “El Tauro” es en la esquina, sobre la calle Méjico, ahí también comen unas divinas!
- Ok, nos vemos.

Hay muchas conversaciones obsoletas con personas que sin darse cuenta llevan lo obsoleto a un punto digno. Fernando es uno de ellos, pero es mi amigo. Creo que el sabe que pertenece a ese grupo, y a los devotos de las secretarias de los abogados, a las cajeras de las financieras, a las pasantes de los juzgados jurisdiccionales, a él, eso le vuelve loco, y a mi por lo menos sus historias me hacen pasar un rato cómico, absurdo, y eso, es también bueno.-

VIII

Todos los jueves, al despertar, preparo un bolsón y con todo un equipo de fútbol.-

Natalia sabe que los jueves jugamos con un grupo de amigos. Lo que no sabe que no siempre voy. Hay días que invento lo del partido para simplemente ir a cualquier bar, tomar una o dos cervezas y ver a la gente, o simplemente poder caminar dos horas por cualquier lugar.-

Al volver -como tengo que lavar mi ropa- lo hago en absoluta discreción ya que tampoco quiero que dude de mi palabra. No soy tan cruel. No se merece eso ella.-

Los sábados, desde muy temprano la tengo que llevar a lo de su madre, la dejo, saludo a mi suegra desde el auto, mientras bajo las cosas de Pablo, para ella yo soy un tipo muy serio, bueno y sincero, no se que tipo de persona soy para mi suegra.-

Voy, compro un libro y ese mismo día o al día siguiente lo termino.- Cuando lo estoy leyendo creo que quiero ser escritor.

Me imagino con barba de unos días, en un bar de una cuidad que no sea esta, y con varios libros vendidos.- Mi bebida prefería sería algo como el “fernet” y comería como Borges, papas hervidas con aceite de oliva.-

Después, yo mismo destruyo mi pensamiento y mi intención de escribir, por que cuando intento hacerlo soy peor que aquella escena “ Il Postino” cuando el protagonista “Mario Ruopolo” intenta escribir una poesía inspirándose de la luna y terminan dibujando un círculo.- Sería interesante poder hacerlo, sólo que al final, no se si me interesaría que después de muerto 1500 o 150.000 chicos de algunas ciudades escriban mi nombre en graffitis y mis citas en sus cartas de amor. No se si me interesa trascender, aparte, estaría bueno disfrutarlo mientras viva, y sea por lo menos más o menos joven, pero esta última parte de mi pensamiento sobre ser escritor, es un poco egoísta y hasta egocentrista: “yo.. fulano, el escritor cool”. Aparte, no se si podría ser famoso, por que no tolero, la muchedumbre, menos aún si en ella no soy un simple transeúnte.-

Los Sábados, cocino lo que yo quiero, mientras escucho de fondo alguno de los pocos discos que me quedan, aveces me invitan a cenar con mi esposa y su familia, y otras salgo a tomar un café con Fernando y algún otro amigo.- Los domingos, disfruto de la televisión, de mi soledad y hasta me animaría decir esos días, parafraseando a Amado Nervo, “vida, estamos en paz”.-

Sólo que, los lunes, a esa frase me gustaría tirarla del puente más alto del mundo a río con aguas más frías.-

Vuelvo a preguntarme, ¿soy bueno, seré bueno? Todos los lunes son un martirio. Una rutina nueva indeseada para muchos.-

Los lunes son la parte irreducible de esta controversia.-

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