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lunes, 2 de febrero de 2009

asunción idílica

La noche se habrá creado así misma. Dios creó a los hombres.

La noche los hizo noche (y parte irreductible del orbe)

¿Cuantas rostros recorren la noche sin asumir que son parte de ella?. Conductores de las penas -de las almas en pena-. futuros sin nada suyo y presentes sin nada tuyo. Al fin, todo, dicen, pasa por que tenía que pasar.-

Un participante tácito de varios juegos del tiempo, miembro de la noche y del séquito de la muerte de los recuerdos, parte de los miles de finales del final (No hay final abierto), la muerte es un pasaje a la muerte -todavía no hay mayor razón- Ni la hubo. Ni en la noche.-

En particular:

-en Asunción-

Todavía sin saber el nivel del indio domesticado, o; nómada y errante que tenemos. Para muchos, somos la mentira más salvaje del mundo.
Pobre del indio, nada peor que la culpa pagana y esotérica, de la confusión aberrante de los principios del inicio o de lo tan no llamativo que es parte de todos nosotros y que siempre quedará escondido...

En la cuidad de Hadas y del dolor de las cenizas de Flores:

“Un paraíso silvestre, en el recodo de un río no tan frenético y adornado de sauces, arena, peces hermosos que en lo submarino practicaban la danza de las fecundación, abriles, setiembres etc.”

Sólo quedaron los hombres, ya que siguieron siendo, con algunos cambios, los mismos de todas las épocas. Un poco las razas, se fueron violentando, quizás el idioma, las costumbres, las vestimentas y otras banalidades. La esencia es la misma. El río, quedó inmutable – contra el axioma de Zenón y Parménides –. Sigue el mismo recorrido, su esencia ya no es la misma. Ni tampoco los peces, ni las copulaciones.

Ellos, lo que sobreviven a los que crean falsas premisas. Catarsis sobre Asunción. Asunción ya no es pura. Aunque tengo tantas dudas al respecto.

De la rivera, dando la espalda al río, inexorablemente, una bahía, unas construcciones, algunas perduran hasta hoy, luego los barrios, las calles, las casas, villas, y la miseria. España, la avenida, no el país, tiene algunas cuadras hermosas, pintorescas, se entienden con la misma vida. Algunas cuadras son hermosas, y otras no simplemete. Aveces son horribles. También habrán cuadras invisibles. En esas cuadras transitan, amantes incondicionales de otros amantes que fingen no serlo.

Asunción.

No hay muchos abrigos, algunas personas. Muchas almas que van acomodándose a la puesta del Sol. Buscan una nueva creación en la noche.-

Asunción y esas almas que no ascienden. Son veneradas entre ellas mismas, cada una va creando recuerdos de otras y otras. Todas son todo, y ninguna acepta su realidad que es la nada. Todas esperan su noche.-

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