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jueves, 28 de abril de 2011

la expesura del yavorai - EL BICENTENARIO

En el Paraguay suceden cosas extrañas, como en todos lados, es cierto, pero los paraguayismos son realmente esporádicas manifestaciones debatibles al extremo.-

Sin hacer historia, y eso que nuestra historia tiene sus matices bíblicos y que por cuestiones de tiempo y digitalización de la literatura son necesarios resumirlos, es relevante, destacar el contexto histórico actual y el vyro´rei de lo nuestro que es lo que en esta oportunidad, considero, más que llamativo y, vuelvo a insistir, debatible.-

El nativo guaraní pre colombino, pasible, hasta haragán, bohemio y recolector de sus alimentos, era, particularmente y en un tenor romántico, un genio.- Me hubiese encantado que poetas como De Aleixandre, se hayan enamorado de una paraguaya, sólo para saber el matiz de sus versos luego de dicho amorío.- Ni quiero imaginar, ni alimentar mi curiosidad, lo que hubiese escrito el Nobel poeta si hubiere pasado algún tiempo de su vida en nuestras tierras, la generación del 27 pudo ser más beat o ultra pop, o quien sabe que estilo literario pudo haberse creado: La ficción real paraguaya o algo por el estilo.-

Todo muy hermoso, y adornado de jazmines, lapachos floridos y con guaranias y guaripola, algún asado de fondo, y una morena/trigueña/rubia que nos espere, este país de tierra roja es fantástico, desde ese punto de vista, y si tuviésemos mar, era el paraíso; ya desde Rafael Barret hasta el Tata Martino y otros, han dejado su huella de extranjeros en un pueblo que por lo general abre de par en par sus puertas; pero: ¿qué hacemos nosotros por el?, en la misma idea planteada por algún presidente en el norte del continente, criticamos, pero hacemos realmente algo?.-

En el año del bicentenario, y a días de cumplirse una gesta tan patriótica cómo histórica, nos toca realmente el orgullo a los paraguayos el ser como supuestamente hoy somos.-
A mi si, y no me enorgullezco – si, convivo y me cae hasta simpático – el hecho de que tomemos cómo normal: la hora paraguaya, las cosas truchas, los políticos corruptos, los jueces bandidos, la impunidad y el resto del yavoray.- ¿Es realmente digno?, lo que allá por el 1811 de la mano de Yegros (y sepamos de una vez que fueron Yegros, Caballero, Iturbe y De la Mora los padres e ideólogos valientes – No Francia - los gestores de la Independencia de nuestro país.-) arriesgaron en esos días, y sobre todo, lo que se jugaron por crear una nación, una república:No sé qué estarán pensando estos señores de los personajes que hace un tiempo ya vienen manejando nuestros destinos. Qué pensarán es algo que ni los Chamanes ayahuasqueros en su trance más puro y narcótico podrán imaginar.-

Hay historias tan dignas, pero parecen hoy tan distantes…

Francia, ya dictador, en una oportunidad, en el centro asunceno, recibió un insulto de un niño.- Este niño, de once años, tuvo que con amparo de su hermano mayor y madre, huir del país, cruzar la frontera y radicarse en Córdoba varios años.- A su padre, Francia lo había fusilado.- Luego, de varios años, casi incomunicado y viviendo con parientes del asesinado padre, en la lejana Córdoba y con otro nombre, ese niño, ya hombre, recibió el llamado de su patria, luego de incluso, la muerte del ejecutor de su padre: volvió, peleó y murió en el año 1867, contra las huestes brasileras que invadían la República que su padre ayudó a indendizar, el con aproximados 40 años, remitía su alma en el mismo suelo que su padre había liberado.- Volvió, peleó y murió por el mismo país del cual había sido desterrado.- Aquel niño, era hijo del prócer Fulgencio Yegros.-

Historias como esas hoy, son imposibles de escuchar.- Es más, muchas de las cosas que nos enseñaron en épocas dictatoriales eran cuestiones que el revisionismo histórico se ha ocupado de desmentir, pero tampoco podemos aseverar que hoy se han corregido. Sin embargo, hoy, con sólo abrir un diario, o dar unas vueltas por las calles vemos la cotidianeidad paraguaya: robos por las propias autoridades al estado, el estado por quienes murieron miles, basura, saqueo, vandalismo, contrabando, defraudación de los propios hijos de la tierra roja liberada.- ¿Es eso ser paraguayos? – llegar tarde, ser “nomás” consumidor de falsificaciones, tener un cargo público con el fin del enriquecimiento ilícito y lograr el sueño de “ser gente”, o hasta, en nuestra jerga “ser Chuchi”, vivir normalmente en la ilegalidad, en la corrupción, que es la conciencia? Que son los valores?.

Que fantástico también es nuestro país gracias a estos tipos, a esta gente, que negocia cómo estafar a sus pares, a sus hermanos, a sus hijos.- Ellos son los que deberían pagar a los “cuidacoches” a los pobres generados por ellos mismos.-
Hay veces que no entiendo como sobrevivimos, cómo seguimos siendo país, y cosas más delicadas e inentendibles, pero que las respeto, sin embargo no puedo entenderlas: como uno va y deposita un voto a un tipo que desde su rostro indica – lo que sus antecedentes ya lo condenan- no quiero entrar en demagogia, ni tampoco ser clasista, elitista de hecho no tengo de que vanagloriarme, soy uno más que escribe para exteriorizar un sentimiento tan honesto, como espero seamos todos.- Nada más, honestos, Yegros, Caballeros, Iturbes mas que necesitamos de nuevo en nuestro pueblo actual, el país que ellos soñaron.-

Ojala hayan males que sólo duren cien años.-

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