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jueves, 8 de julio de 2010

voces en off

Sin mirar, sin entender por que doy vueltas.

¿Por qué dar vueltas?

A veces no hay palabras suficientes.

A veces no hay palabras

Analizamos y suspiramos.

El castigo más horrible es no tener tiempo.-

El dolor de la duda en el amor es el dolor más fuerte de este mundo.

Miró los miles de ojos que miran a la soledad desde el suelo. Las miles de hojas que están en el suelo. De los árboles, algunos enamorados locamente del transcurso del tiempo, otros que han persistido su paso, sobreviven al hacha, al hombre, al sol, la lluvia, y a la falta de lluvia, el ruido de los camiones, de los grillos, el grito de las personas que en silencio pasan a su lado. Pero del árbol, sus ojos también caen inadvertidos y frágiles, al igual que sus hojas.

¿Llegará la inmunidad a los sueños hermosos?.

La belleza de las flores terminando el otoño hacen distinta a esta esfera, pero sin sentirlo, mis lágrimas pierden ante la incontinencia. La vulnerabilidad es malvada, ser vulnerable no.

Las nubes empiezan a robarse a la luna.

A veces no hay palabras. No hay estrellas.

Existirán en varios nuevos segundos, varios puntos de partida, inicios de historias, finales rápidos, finales largos, medianos y conjugados. Siempre habrá finales.
Cuando empieza a desatarse, algo se rompe. Como las hojas, al comienzo del otoño, y las flores entrando el invierno.

Miran mis ojos el suelo, a los ojos que miran desde el suelo.

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