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martes, 22 de diciembre de 2009

los ojos de la piedra

Los ojos de la piedra.-
I
En la Grecia antigua algo así como un cruel monstruo femenino y/o bien una deidad “semi - diosa” protectora, era llamada Gorgona. Éstas, que fueron en realidad sólo tres, tenían un poder tan grande que cualquiera que intentase mirarla o que ellas mirasen, quedaba petrificado, por lo que su imagen venerada era como una suerte de amuleto – protector, algo así como tener a Chilavert en tu arco.
Las Gorgonas llevaban vestidos y un cinturón de serpientes, entrelazadas como una hebilla y confrontadas entre sí, sacas de lo que Versace soñó.-
No hay forma de no comparar a estas tres Gorgonas con las mujeres en esta década que se acaba, hoy son mucho más crueles, y sí, sus miradasen gran medida, te transforman o petrifican.-

Basándonos en el show que habrán montado estas tres amigas peligrosas, no me cuesta creer que habrán sido frívolas conquistadoras de amores adelantados para la época del predominio del promiscuo de Zeus.-

Que podremos baticinar para el futuro entonces, sería indefectiblemente un lindo análisis para alguna tésis metafísica o para una charla tipo 4:30 am:

¿Cómo serán las mujeres en el, por ejemplo… 2376?
¿Qué será considerado mujer?
Las Gorgonas persisten aún hoy, con celular, gps e internet, pero siguen.-
II

Esta temporada que se va acabando y que me encuentra cansado de resistir a escuchar reggeton y esas cuestiones que no entiendo, solicitó a lo oculto del devenir explicaciones, sé, y es obvio que no las tendré, pero por lo menos alguna piadosa manifestación mundana de “que carajo pasa” sería interesante.
La urgencia a las Gorgonas no le afectaba.
Ellas transformaban la ansiedad en piedra.

Me han lastimado los últimos días. Sólo por el simple paso de ellos mismos sobre mi existencia y precedentemente, mi existencia sobrepasando de alto que tengo algo que se denomina alma.- Si pudiese elegir un deseo, desearía ser lo más parecido a un ninja jubilado.

Las Gorgonas en el seno de la asamblea de directorio, deberían considerar mi moción y sumar a una más:
La vida.- por su gran espítiritu de “petrificadora”.-

III

Hay numerosos hechos para no decir infinitos casos de miradas “Gorgonezcas” que han sido derivadas a la frontera entre el bien y el mal.-

Una mirada, vale más que mil palabras, y ese es el tema que luego de toda “la onda” escrita más arriba quería manifestar.-

Las Gorgonas, viven en las mujeres de este milenio, en varias, ya no son tres, ni cuatro, varias, todas – o casi – con un alto grado de precisión en mi aseveración.-
Una pintura no se equivoca. Una mirada tampoco, son disciplinas artísticas que no pueden mentir, ni fueron diseñadas para tal efecto. Hasta los niños que juegan en jardines mienten, ya que la fuerza natural que más nos impulsa es la mentira, de ella no se vuelve.- La mirada, jamás miente, no es ni bi- polar, histérica, ni cambiante, no es una ola de mar, es el sentimiento del sentimiento.-

Las Gorgonas, como Medusa – quien fuera luego decapitada por Perseo – miraban y transformaban en piedra a quién, curioso o no, tuviese contacto con los ojos de estas chicas malas.- Perseo murió luego de un tiempo de decapitar a Medusa, de quién, utilizó sus poderes de petrificar a personas, ya que llevó la misma cabeza de la semi diosa, como quién hoy lleva dibujados tatuajes.-

A cuantos nos han petrificado, ¿no? Casi como sentir un dejavú de piedra con una sola mirada: Lugares que ya no existen que vuelven a existir.
Todo ese poder tiene una mirada. Como detener el movimiento sin que se dejen de mover las cosas, el aire. Las canciones petrificadas suenan mucho mejor.-
Antes de que sea muy tarde y no tengan que “rebobinar” sus presentes, y paradójicamente cerca de un final, esperen que de la piedra se haga vida, “ojo” quería nada más advertir: Las Gorgonas están de vuelta; y ya no son sólo tres.-

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