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martes, 12 de octubre de 2010

BarrioJarenses vs. Mercedeños - El partido del siglo.-

Vaya uno a saber cuántas batallas en el mundo se libraron y no fueron contadas.

Vaya uno a saber.-

Sin embargo, hay una que cada tanto se sigue librando, y como en la guerra de Troya, (y otras cuantas) esta batalla fue y será siempre por amor.
El amor a una camiseta, a un lugar, a un barrio, es un amor que no contiene altibajos.

Analizando los motivos bélicos: Tierras, petróleo, oro, tráfico, poder y demás, la mejor de las causas es el amor, ni la paz es tan buena, porque pelear por la paz es simplemente igual a equivocarse de arco.-

En Asunción, hay una batalla “amistosa” que data del 5 de agosto del 1966 (el mismo día que salía a la venta el séptimo disco Revolver - The Beatles en el mundo entero) así de sencillo.-

I

Las diferencias barriales han llevado a muchos a dirimir dichas discrepancias de las maneras más exóticas posibles. Entre los habitantes del Barrio Jara y Las Mercedes en Asunción del Paraguay, desde tiempos inmemoriales existieron varias cuestiones especiales que fueron utilizadas para establecer de alguna manera un ganador: Juego de Bolitas – duelos de fondo blanco – carrera bosá – vito, el típico quien corre más rápido (que no es una carrera propiamente dicha) y hasta “moquetes” amistosos; otros desafíos que no hicieron más que aumentar dicha rivalidad barrial.-

Las Mercedes es un barrio particular, ahí, en esa época, no se cerraban las puertas con cerraduras, no había ningún hogar con TV, y el horario laboral era a elección del trabajador. Habían varias semanas que tenían dos sábados y los viernes en verano eran por sí justificaciones a las ausencias de todo tipo. O sea, “hoy falté a mi examen… por ser viernes”, y con eso, en ese feudo, justificabas tu ausencia.-

En el Barrio Jara se buscaban riquezas, se auspiciaba la competencia y el capitalismo, se jugaban bochas y a las mujeres no se les permitía el bikini y sólo a los hombres se les concedía el derecho de tomar alcohol en las veredas. Este hecho fue repudiado en varias ocasiones pero la costumbre es la costumbre. Que se le va a hacer.-

La década de los sesentas, el rock, los Oxfords, las mini faldas y los divagues puros de los onanistas de la época dorada, (además que todo el universo conspiraba para que) en las Mercedes se promueva la desfachatez. Así de opuestos: En el Barrio Jara, se prohibieron sistemáticamente el Twist luego el Rock, y los libros de la generación Beat, en Las Mercedes se observaban graffitis alusivos al inicio del flower power.-

Las diferencias eran conceptuales, pero al fin se iban intensificando: Una manzana para un Barriojarense en las Mercedes era más cara, y vice versa. Así de violentos andaban los vecinos.-

Asunción era una ciudad en etapa de gestación, Paraguay apenas decía el alfabeto de adelante para atrás.-

Para los habitantes de los barrios había una sola cuestión que nunca pudo ser evaluada, y era simplemente un partido de fútbol entre las selecciones de cada barrio.

Esa idea de sólo ser planteada ponía la piel erizada a todos. Muchos almuerzos familiares terminaron con densas discusiones sobre el tema.- Sin embargo, la fecha, el desafío, ya estaba cerrado. El partido del siglo, como se calificó en los barrios, ya estaba por empezar.-

El Lungo Cantaluppi – Barrail – Pérez – Caballero; Arias, - XX - Decoud (+); El “Pelado” Girola y Nene Giménez (1947 - ¿?).- Los nueve guerreros que entraban ante la atenta mirada de los 42 hinchas de “Las Mercedes”. La cancha de la iglesia en invierno, no es sólo de arena roja, sino además es dura, fría, casi de terror. Las pequeñas piedras salen a tomar calor en el invierno en la cancha de fútbol de la iglesia “Las Mercedes”.-

Ese día, los nueve, sin suplentes, porque en esos años no habían ni suplentes, sólo los corajudos adictos al enfrentamiento sin armas: Mercedeños vs BarrioJarenses, fútbol “9”. La cancha no daba para más jugadores, eran dos líneas de tres, y dos puntas, (3-3-2) jerga futbolística pura.-

Fantasmas de todo tipo aparecieron ese día, o para observar el partido, o, para robar almas y poder hablar de lo hermosa que es la libertad cuando se la pierde.-

La alineación inicial de los “BarrioJarenses” se perdió en el tiempo, este partido histórico, y sus crónicas, puede ser relatados verazmente por sólo un puñado de personas y por dos fantasmas más que también se disiparon con el paso de los años.-

Hay mucha gente que no quiere hablar sobre el tema.-

Se ha comentado, sin muchas precisiones que ese día en dichos barrios, se dictó un “Asueto”, por tan importante encuentro. Los almacenes cerraron más temprano, las parrilladas se prepararon con cortes extras, los matutinos del país enviaron un cronista incógnito. Varias infidelidades fueron suspendidas hasta nuevo aviso o por fuerza mayor. El partido del siglo, los hippies del norte contra los yuppies del sur. La cultura pop en su primer encuentro deportivo.-

Ninguno de los jugadores pensaron en el fracaso aquel día; ninguno de ellos, ni los hinchas, los testigos y los feligreses de la iglesia se imaginaban que simplemente estaban ante un hecho histórico, un diccionario urbano quiso adquirir dichos derechos hace unos años. No tuvo éxito.-

II

La cancha no era sencilla como dijimos. Tierra roja, dura, y con pequeñas ondulaciones, pozos y declives de viejas erosiones, pero era esa la cancha ideal, no había caso de que ese partido se dispute en otro sitio. Las canchas del Barrio Jara no reunían las dimensiones o el aforo necesario.-

Ya desde años anteriores se cursaban los desafíos, se especulaban con las alineaciones iniciales, se crearon rumores, ficticias transferencias y hasta a más de un jugador le inventaron cuestiones que afecten su moral. Sólo el equipo de Barrio Jara se dice, entrenó para el partido 17 meses. Como son barrios limítrofes, el orgullo se jugaba en cada esquina; así también cómo tienen sus costumbres e idiosincrasia particulares, tienen un precio muy alto la hombría y la posibilidad de perder no es opción en lugares como esos.-

Los de las Mercedes eran en su mayoría bohemios, artistas, inventores, lecheros, alquimistas, oradores frustrados, algunos verduleros, no había casi profesionales, pero si gente alegre y triste, que casi vivía en carnaval constante de alegrías y tristezas indistintamente. De las Mercedes siempre salieron poetas marginales. Buenísimos poetas marginales y asiduos visitantes de bares periféricos.-

El fútbol no era el deporte más popular en las Mercedes, y eso, ellos lo sabían, era su punto más débil. Ellos jugaban al Básket, como en el centro del barrio estaban los tableros del Rowing Club, ese deporte ganó el consumismo de la gente.-

Los del Barrio Jara, sin embargo, llegaban a ser semi trabajadores, algunos apostadores, de una estirpe cultural más baja quizás, no leían mucho, manejaban bien el balón, la changa y sus mujeres eran casi siempre más prepotentes que las de cualquier otro barrio. En dicho barrio se prepararon siempre muy buenas empanadas.-

En el barrio Jara no se escuchaba buena música, y eso, ellos lo sabían, era su punto más débil.-

Dicen que los organizadores finales de entre BarrioJarenses y Mercedeños fueron los sacerdotes párrocos. Muchos intentaron gestionar o hacerse de los derechos para organizar tamaño espectáculo deportivo, pero por cuestiones diferentes no lo podían lograr. Sin embargo en un cónclave del Nuncio de Asunción, este desafío se logró. Se dice que cada párroco había inclusive prometido un premio alto a sus jugadores por el triunfo, y otro tipo de regalías nunca reveledas.

III

En la cancha de las mercedes uno no podía ir y jugar así sencillamente.
La chanca tenía 5 reglas muy especiales, que de no conocerlas era cuestión de tiempo en salir ofuscado por la aplicación de ellas:

1) El Gol de Chilena (de moda en la época) valía dos.-
2) Tres palos en un tiempo era considerado un gol.-
3) Joder con el tema de los “Cuernos” habilitaba a los puños más una suspensión al motivador por tres meses. De los Cuernos, ahí, no se hablaba nunca.-
4) Seis Corners seguidos podrían ser canjeados por penal (pero sólo en el segundo tiempo)
5) Sólo se podían apostar cantidades de cervezas. Dinero no era aceptado bajo pena de nulidad. Esto era una considerado indiscutible.- El obispado lo había ordenado.-

Tampoco podía uno ir de cara dura y pedir ser parte del equipo del barrio, para llegar a ello, había que pasar varias pruebas, momentos, exámenes y noches con los demás seleccionados.- Las Mercedes tuvo siempre entre los titulares a un guitarrista, arpista o payador, no importa si era bueno o malo con la pelota, el tercer tiempo, lo inventaron ellos y siempre fueron campeones.-

En esa cancha, decían los experimentados, sólo jugaban los apasionados.

El “Pelado” Girola, tuvo que esperar 2.9 años para debutar en la selección, tiempo que tardó en aprender los oficios de la rima y unos cuantos sonetos de memoria.

IV

El 5 de agosto ´66, 15:00 hs se había pactado el primero de los test match barriales de la historia.-

Los de Barrio Jara, sorprendieron por su organización. Llegaron caminando, en un número superior a los 200. Sus jugadores uniformados, engominados, todos con bigotes, todos con botines (en Las Mercedes, se jugaba mejor descalzo, o por lo menos eso se decía para no generar diferencias de clases sociales en el barrio). Todos con la camiseta con botones, limpia y con cuello en V.

Se sabía que casi ninguno de los 9 titulares de “Jara” eran conocidos entre ellos o por sus hinchas, al parecer, aquella tarde, “Barrio Jara” se había nutrido de varios “foráneos”. El partido tomo más trascendencia en ese barrio, pero no más fanatismo.

En las Mercedes se prepararon los bailes, se contrataron bailarinas del Barrio Sajonia y suspendieron las ejecuciones de todo tipo, incluyendo las hipotecarias, así ni los deudores estaban enojados por que la tensión era alta.-

Los 42 hinchas locales, más los feligreses y los testigos desconocidos murmuraban. El cura párroco sólo por educación reverenció a los invitados y desde lados opuestos saludo al cura párroco visitante.- Había sólo cuarenta y dos hinchas por que el resto estaba preparando el baile o recuperándose del baile que por equivocación algunos ya lo habían festejado el día anterior.-

Nadie recuerda bien quienes fueron los 42 de aquella tarde. Se sabe de algunos de otros hay mucha duda. Una persona que si fue, era la carismática Ña Nina. Ella, bruja de profesión, tenía prohibida la entrada a la iglesia. Esa tarde, disfrazada fue a las gradas. La pasión no tiene mucha lógica, ni tampoco mucha explicación.-

El partido empezó puntual, el día espléndido con 17 grados Celsius. Con largas corridas de XX – disculpen los lectores, de ese jugador, nadie recuerda con precisión sus datos personales- sí se acuerdan de características como: Trigueño, ojos claros, de gran porte y talento futbolístico nato.- XX fue sin lugar a dudas el nombre más recordado de la épica jornada, fue quién, ni más ni menos, marcó el primero de los goles de todos los partidos clásicos entre BarrioJarenses y Mercedeños.- Muchos años, en enero del 81 se solicitó a la Municipalidad de Asunción la apertura de la calle XX, hasta hoy el pedido sigue en tratativas burocráticas.-

No hay muchos más datos que citar que el partido se jugó en dos tiempos de treinta minutos y que el primero de ellos terminó 1 – 3 para el infarto de los locales.-

Nina, la bruja, se comentaba, sólo conocía Las Mercedes. Su cara era larga, de pelos ondulados, gitana, bruja, solitaria y era hermosa, aunque vieja ya, su belleza era indudable.- La última vez que habría hablado fue en el año 1947, dijo algo sobre aquella revolución, después se llamó al silencio.-

Ña Nina era parte del folklore propio de la Mercedes. Los niños, de niños la tenían miedo. De jóvenes le tenían ganas de mirarla por su belleza y por la curiosidad propia del púber, de viejos, todos le tenían respeto.

Nina, aquella tarde habló. Hay gente que asegura que su voz era casi una canción. Habló con el Nene Giménez, le habría dado agua y susurro palabras que nadie recuerda. Giménez había nacido en el 47, en medio de dicha revolución, de su madre ni del padre se sabía a ciencia cierta nada.- El Nene, moreno, alto, de cabellos ondulados, tenía talento, sólo que como bien jugaba, también bebía de una manera heroica.-

El segundo tiempo fue una scola de samba Mercedeña, tres goles seguidos de Giménez y un tiro libre marcado por Cantaluppi a metros del área rival (cual Chilavert en el futuro, nadie se lo hubiera imaginado).-

Los de “Jara” atónitos e impotentes se portaron mal con el Fair play. Protestaban, agredían hasta que las ganas y la bronca de la derrota fueron pasando por la simple resignación, cual amante incomprendido va cediendo en sus ilusiones, los de Jara sólo esperaron el final.-

Los feligreses dejaron dos días sus rosarios y cambiaron sus hábitos, el cura párroco, no dio misa sobrio unos días más y los jugadores fueron homenajeados en cada esquina por varios meses.

5 – 3; y Las Mercedes fue una fiesta.-

V

De Nina ya nadie nunca más supo nada. Giménez dejó el fútbol, no la bebida, y un día como hoy, un día cualquiera, siendo nada más ni menos que una leyenda del barrio, desapareció también sin dejar huella, carta, solo quedaron sus viejos uniformes de cuando intentó trabajar con el tranvía.-

Este partido -histórico- fue sumamente comentado, hasta que por órdenes superiores del comisario de la zona – Jara de apellido – se prohibieron vía Edicto: todo tipo de reunión, festejo e incluso partido de fútbol que no sea autorizado. Los que no acataron la orden judicial fueron castigados con severidad. El cura párroco dejó la sotana colgada, un rosario negro y, nunca más nadie lo vió.-

Los tiempos cambiaron, el barrio sin querer fue dejando los Carnavales por huelgas de funcionarios del ferrocarril, manifestaciones y marchas por desaparecidos y sólo en los albores de los 80 algún que otro partido inter barrial animó a la leyenda del ´66.- Hasta hoy, se siguen intentando recrear jugadas de antaño en esa cancha.-

Los resultados nunca más fueron festejados.

Vio Ud, la pasión no tiene explicación, ni mucho menos razón, algo así como el amor; algo así como la guerra.

Los chicos en los barrios empezaron con la TV, cambiaron a los Beatles por la cumbia y la cancha de las Mercedes, sólo la cancha sigue aún hoy intacta esperando alguna revancha viva de aquél encuentro del ´66.-

Algún fantasma sigue recorriendo las gradas....-