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viernes, 27 de noviembre de 2009

2012 -el miedo de la verdad del tiempo

Sí!
El tiempo es cruel. Y esto no es redundancia, ni un disparo en la obscuridad.-

Es común oír, sentir, y hasta degustar la sencilla velocidad del paso del tiempo.- Hoy, por hoy, ya no es como ayer, y por más obvia sentencia, somos unos voyeuristas del pasado. Yo incluso voy un poco más, fascinado de la memoria.-
He intentado conciliar un poco de tiempo para poder esgrimir esta teoría del tiempo, y sinceramente me ha costado más de lo que humanamente uno podría entender. No tenía tiempo, ni lo tengo hace unos años. Me he esquivado de él.-

Que estupidez, pero sí,
no tenemos tiempo, o lo dejamos de tener.-

Cuenta un amigo, ferviente admirador de la cultura Maya, que en el 2012 se acaba este boliche. El mundo, o la civilización o lo que fuese estará knock out.-

Conjeturemos un poco (si tenemos tiempo)

En dos años es el fin del mundo, ¿Ok?

Como haremos para tener tiempo para esta – no menor – cita que nos propone el devenir maya.

¿Cómo haremos?
¿Como harán en Tokio, New York, Buenos Aires, Asunción y en la casa más lejana y solitaria del desierto de Atacama.?

Alguno de todos nosotros tendrá una bienvenida preparada para la nada, el resto, no tendrá tiempo, ni tendrá nada.-
Deberíamos postear en nuestras identidades de cualquier “social media” cuestiones como las siguientes:

- “En el 2012 no estaré presente… por acontecimientos de fuerza mayor” o;
- “ El usuario josé no se ha podido conectar por interferencias cosmogónicas”.
- Es más, se ha puesto a pensar, como hará en el 2012 si efectivamente tenemos que parar todos. Habrán pelotudos que no atenderán el llamado del final de los tiempos, sólo para seguir en la monótona constancia del día a día.

Hay cosas que ya no me asombran.-

Si bien hay terribles encuentros metafísicos entorno a la teoría del tiempo, al fin de éste, y a los voyeristas. Miles de discusiones atrás de esquinas crueles, desactivaciones de respiradores artificiales por obsoletos ensayos de amor, almas que no se entienden, ciudades donde siquiera ya hay sombras.

He aquí mis conclusiones del tiempo y de su carisma oculto a través de su paso:

a) Cuando era un niño, el tiempo era cruel porqué simplemente era lento, ejemplo:

Quería que llegase el verano: Esperaba cual fiel seguidor de a las altas temperaturas y de los baños con manguera en el jardín. El verano, tardaba, pero con él las vacaciones y el olor a moras. Poética espera casi eterna de una felicidad que cómo todas, y como el tiempo: efímero.-

b) Cuando empecé a degustar del amargo desengaño amoroso:

Espera y esperaba la oportunidad de cruzarme nuevamente con aquella mujer, carnosa, esbelta y casi irreal. Esta nunca supo de nuestro amor sagaz, mordaz y elocuente en especies.- El tiempo me jugaba una mala pasada, mucho peor de la que nos juega el amor, el orgullo o algún otro tipo de sensación que deja cicatriz.-

c) Al empezar a ir a darle a mi cuerpo descargas musicales noventosas:

Cuando empezaba a entender que para ir tras las chicas tenía que tener un poco de soltura física y emocional – no estrictamente – pero sí debía saber por lo menos algo parecido a bailar. Ahí necesitaba con ansias poder llegar a la mayoría de edad para acceder a los templos del amor superficial.- Saber esperar a el tiempo es como entender a las mujeres. Más que un don, una imposibilidad racional.-

d) Luego de varios intentos de matar al tiempo:

Llegué y desembarque a una etapa donde el tiempo que tanto tardaba, me abandonó. Hoy, ya no tengo ni siquiera un rastro de él. La pérdida del tiempo , y nuestra traición a él, sin que todos nos percatemos, evolucionó en una pandemia mundial.- "Ya no tiempo", delicadamente diría el querido dueño occidental de las ofertas del almacén del barrio.-

e) Luego de pasar tres décadas de intentos infructuosos de ir a vivir al Caribe:

Me había propuesto, ya conjuntamente con los primeros pasos de mi vida llegar al Caribe. Hoy lo tengo a un click, a un canal, a una revista, pero no estoy ahí, por falta de varias cosas. Se me cierra el cielo, se me apaga el sol, ahora, en el 2012, para colmo de todo fan de soltar todo e ir al Caribe, se nos desenchufa el mundo. No sé quién es el que juega ajedrez con nosotros, pero de que estamos en jaque, lo estamos.-

II

He pensado en reducir una hora de sueño diaria y enfocar, antes del 2012 un plan de reactivación del tiempo para nada.-
He analizado punto por punto, y tengo que ser un científico de la aventura de la improvisación. Saber, cual fiel ejecutador del free jazz, sólo la nota guía de la melodía de la vida, el resto, como dirían, que fluya.-

No soy creyente que el 2012 sea tan cruel como somos nosotros con el sr. Tiempo. Imagínese, ya no lo tenemos y nacimos con él, una muerte por inanición.-
Hoy una madre solicita algo a un hijo, este, responde – con la terrible creencia de profesar la verdad – “Mama: no tengo tiempo”

Leía Moby - Dick, hace unos días y pensé: ¿Existiría la persistencia de Ahad hoy? No creo, ya que el Ahad moderno, no tendría tiempo me respondí yo mismo…. -pero- en cambio estaría mucho más al tanto de otras cuestiones desde su escritorio - sugirió mi otro yo.-

III

De tantos ejercicios mentales en fragmentos temporales para esbozar esta pequeña teoría del tiempo, que en síntesis a medida que nos pasa la edad nos vamos quedando sin crédito temporal – cuestión hasta obvia – es casi como que nos indicaran, desde la escultural fortaleza volátil del genio que administra nuestro presente, donde esta la ajuga del pajar.-

Tan ridículo me sentí, que me he dado cuenta que la estupidez nuestra de perder al tiempo no es sólo una pandemia en un reino sin alegría, si no una suerte de aneurisma conmovedor al cual la vamos alimentando todos los días de nuestra existencia y eso, que también sabemos bien cuál es la cura.-
No hay nada material que pueda ser objeto de compensación, permuta, negociación con el nuevo gestor y titular de los derechos de la vuelta del tiempo.-
Hay fuerzas sagradas y nubes nocturnas desequilibradas, que son como nosotros, frágiles testigos de la crónica de una muerte anunciada.-
Y no tenemos tiempo para detenerlas.
¿O sí?
Sabios mayas.-

1 comentario:

Panzolomeo dijo...

Doc. No tuve tiempo de leer tu post. De que lo que era?